Aunque escasa, la lluvia en gran parte del sudoeste provincial trajo alivio y esperanzas, tanto para la ciudad como para el campo. Especialmente viene bien para los futuros cultivos, ya sea para la siembra de girasol en esta época del año y para el algodón posteriormente.
Aproximadamente 35 milímetros fueron registrados en la zona de Villa Ángela mientras continuaba inestable el tiempo. En tanto, en Las Breñas, cayeron 28 milímetros. En lo que respecta a la ciudad sin dudas le cambia la cara a la gente que viene soportando la larga sequía, pero fundamentalmente es sumamente útil para el sector agropecuario que esperan ansiosamente más lluvias.
Este milimetraje, si bien es poco, viene bien para el desarrollo de las tareas en la agricultura, ya que estamos en la época aconsejable para la siembra de girasol y los productores estaban esperando humedad para poder echar la semilla. Además, esto permitirá desarrollar los movimientos de suelo para una futura siembra algodonera. El sector ganadero también ve con buenos ojos esta pequeña lluvia, puesto que abre esperanzas de que se sigan sucediendo nuevos milimetrajes que permitan aliviar al sector, un sector que viene sufriendo graves pérdidas, teniendo en cuenta que por un lado la falta de agua para darle de beber a los animales provoca graves trastornos. Por otra parte la falta de pastura natural para alimento de la hacienda ha puesto en una situación difícil a los productores.
Esta crisis generada por la sequía ha hecho bajar notoriamente el stock de animales en general, ya que las salidas por traslados o ventas forzosas se fueron incrementando poco a poco y sin dudas para volver a reponer este stock costará mucho esfuerzo e inversiones. Sólo se espera que se puedan producir lluvias importantes que permitan avizorar un futuro mejor para el sector agropecuario, que moviliza la economía regional.
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