¿Cuáles son los principales desafíos de su gestión dadas las características hídricas de una provincia como Córdoba?
La Subsecretaría ha tomado dos ejes importantes en la gestión. La provincia está inserta en una zona semiárida, tenemos variaciones climáticas en donde en una época del año tenemos exceso hídrico, y en otra tenemos déficit hídrico. Esto nos lleva a tomar políticas distintas en diferentes situaciones. Esta época del año en donde hay un déficit hídrico importante, nos está llevando a tomar algunas medidas relacionadas a asegurar de alguna manera el suministro de agua potable fundamentalmente a todas las regiones donde nosotros estamos prestando servicios. Y el otro desafío importante, no solamente asegurar el agua potable en los lugares donde estamos proveyendo del servicio, sino que estamos ampliando los radios, estamos ampliando los servicios en una política hídrica que el gobernador Schiaretti ha formulado muy adecuadamente, con instrucciones precisas de darle agua a los cordobeses en la zona norte de la provincia y en la zona oeste fundamentalmente; y en todos los lugares donde tenemos esta falta desde hace muchísimos años. Es una deuda pendiente que el gobierno tiene, porque más allá de que esos lugares estén alejados, o tengan poca población, todos tienen el mismo derecho al acceso al agua potable.
¿Cuáles cree que son los logros más importantes que obtuvo a lo largo de su gestión?
Uno de nuestros logros más importantes fue la implementación y puesta en marcha del Programa “Agua para Todos”, en el marco de esto que le estaba diciendo de dar suministro de agua potable a las localidades, parajes, y poblaciones que están sin el recurso desde hace mucho tiempo; o que lo tienen pero en condiciones precarias de cantidad y calidad. El programa “Agua para Todos”, se ha implementado a partir del año pasado y lo seguimos haciendo hasta finalizar la gestión del gobernador. Prevé el desarrollo en diversas localidades de la provincia de 320 obras de infraestructura hídrica a ejecutarse progresivamente hasta el año 2011.
¿Qué tanto se ha podido avanzar con los objetivos dentro de este diagrama cuatrianual?
Los objetivos se están cumpliendo muy bien y con muy buenas expectativas. Es una decisión política del gobernador de llevar adelante esto, o sea que los fondos del presupuesto están asegurados y nosotros vamos armando la cadena de elaboración de proyectos y ejecuciones de obras. Así que con el avance estamos muy satisfechos. Y seguimos inaugurando obras, elaborando proyectos, terminando unas, empezando otras. Es un proceso que nos va a llevar dos años y medio más de trabajo, hay una intervención del Estado en una necesidad. La prioridad del agua potable ha sido una premisa en este gobierno y se están ejecutando estas obras que siempre han de cubrir una necesidad y una demanda. Me alegra que así sea porque el Estado siempre tiene que estar presente en donde el pueblo tenga esta necesidad, y si hablamos del agua no hay muchas dudas para eso.
Varias de las regiones provinciales están en distintas circunstancias al borde de la emergencia hídrica ¿Cuáles son las causas que producen esta situación?
Haciendo un primer análisis desde lo general a lo particular nosotros estamos en una zona semiárida. En ese sentido, no es lo mismo que en otras regiones del país en donde tienen precipitaciones abundantes y el recurso es suficiente o es abundante y sobra. Nosotros estamos siempre en un límite, y se le agrega a eso lo cíclicos que son los períodos. Actualmente estamos ingresando en un ciclo seco, nosotros ya lo estamos detectando fundamentalmente en la zona norte y en la zona oeste de la provincia en donde hay falta de recursos. Ante la falta de recursos, evidentemente nosotros no lo podemos generar, por lo tanto tenemos que aprovechar lo que hay. Y a esto, nosotros estamos apuntando también fuertemente a través de medidas no estructurales, porque uno siempre tiende a decir “tengo que aprovechar el recurso, tengo que emplear medidas estructurales de generar obras de captación de agua y más obras para dar agua potable, o agua para riego, o agua para uso industrial”. Pero también apuntamos fundamentalmente a lo que hay, a los servicios que existen, que son lo que nosotros llamamos “no estructurales”, como por ejemplo la educación. Educar al ciudadano en el uso del recurso. Educar a los prestadores de los servicios para que pongan sus instalaciones en correcta tecnología a los fines que se produzcan las menores pérdidas posibles. Educar a los regantes, que tienen riego pero no tienen en condiciones sus canales de riego. En fin, tomar medidas que son no estructurales, que no llevan inversiones en dinero, pero si una fuerte inversión en educación, en los distintos estatus. En ese sentido también estamos trabajando fuertemente, hemos declarado el alerta amarilla en la cuenca del lago San Roque y en la cuenca de Los Molinos. Y en la cuenca de la Quebrada estamos permanentemente en un alerta porque es una cuenca muy especial, entonces más allá de las medidas estructurales de obras que se pueden llegar a hacer, hay una fuerte preponderancia en todas aquellas acciones que se deben ejercer a los fines de educar al ciudadano y educar al consumidor.
Las dotaciones a veces son muy amplias en esta época del año en donde hacen todavía temperaturas bajas. Estamos en dotaciones que exceden los 400 litros por habitante y por día. ¿qué nos espera entonces cuando haya temperaturas más altas? Y eso tiene que ver también con el uso que hacen las cooperativas, los municipios y los prestadores en general. Restringir el uso, no significa dejar a la gente sin agua, sino que darle el agua que necesita y obligarlos a los usuarios a usarla de la manera adecuada.
¿Puede afirmar entonces que hay conciencia de lo que es el cuidado del agua?
Sí. Y yo creo que todos están en esa misma línea. No solamente hacer obras, sino crear conciencia. Y esto es desde la edad más temprana. Nosotros sabemos y todo el mundo ha verificado desde el punto de vista pedagógico que si uno inculca en las escuelas a los niños, son ellos los que después nos enseñan a nosotros a cuidar el agua.
Desde la óptica provincial ¿Qué avances se vislumbran en la implementación del Plan Federal de Aguas Subterráneas?
Tenemos una expectativa muy grande en el tema de aguas subterráneas porque tenemos una cuenca importante. Nosotros queremos hacer un control, teniendo este plan de implementación de aguas subterráneas, teniendo los estudios más amplios que pretendemos que tengamos. Yo creo que nos va a permitir fijar políticas más adecuadas al uso de aguas subterráneas. En este momento no está de acuerdo a las expectativas que la Subsecretaría de Recursos Hídricos pretende. ¿Qué significa esto? Volvemos a lo mismo, al uso racional del recurso. Si nosotros tenemos recursos superficiales tenemos que dejar reservas para los usos del agua subterránea. Y el agua subterránea de buena calidad se debe reservar para el agua potable. No podemos permitir a esta altura en momentos de crisis, por ejemplo, habilitar servicios de riego con agua de buena calidad de origen subterráneo. Si nosotros tenemos disponibilidad de agua superficial, debemos hacerlo desde esa instancia, reservando la calidad del agua subterránea para el futuro. Es una reserva que tenemos que cuidar. Y eso es fundamentalmente la expectativa que nosotros tenemos: tratar de, en primer lugar, saber cuanta es la cantidad que tenemos, cuanta es la reserva, cual es la calidad de la que disponemos, y en función de eso generar las políticas y las estrategias a largo plazo.
¿A qué se debe que la provincia de Córdoba tenga un criterio distinto en cuanto al límite tolerable del arsénico en el agua, a diferencia de lo que establece la OMS y el Código Alimentario Argentino de 0.01?
Bueno yo creo que no es solamente la provincia de Córdoba, sino que la mayoría de las provincia del país ninguna tiene establecido en sus leyes, en sus códigos valores del 0,01. Nosotros somos concientes de que cuanto mejoremos la calidad mucho mejor. Pero evidentemente siempre tiene que estar basado en estudios científicos precisos. Y en este caso, en el intervalo entre 0,01 y 0,05 todavía no hay estudios epidemiológicos que refrenden el daño que puede hacerle a la salud esas concentraciones de arsénico en el agua. No existen en Córdoba, y no existen a nivel país. A tal efecto, en el COHIFE se está trabajando fuertemente en comisión para tratar de hacer un estudio epidemiológico a nivel nacional, para tratar de ver si realmente si en ese intervalo estamos en riesgo de salud o no. La OMS establece y propone valor del 0,01, pero aclara que es un valor provisorio hasta tanto se tengan los estudios que efectivamente aseguren que ese intervalo puede producir daños en la salud, porque bien podría haber tomado también 0.02 o 0,03 o 0,04 o 0.
¿Qué implicancias significaría para la provincia mantener el nivel de arsénico en 0,01?
Significaría fundamentalmente erogaciones económicas muy importantes hasta que se adapten todos los sistemas en donde nosotros tenemos alta concentración de arsénico, o estamos en los límites tolerables. Tendremos que hacerlas siempre y cuando se justifiquen, y nosotros solicitamos este estudio epidemiológico, y si los organismos establecen que tiene que ser 0.01, es fundamental un estudio serio, porque si no produce daños, para que vamos a tomar medidas que no lo son. Y esto a lo mejor puede llevar a estemos en riesgo de dejar sin agua potable a localidades, lugares o parajes, con el ánimo de bajar las concentraciones de arsénico a 0,01, lo cual genera también otros problemas de salud de origen hídrico tanto o más graves que el arsenicismo, porque el arsenicismo es también a largo plazo, son ingestas de arsénico en 20 o 30 años.
Conclusión final
Los temas hídricos son temas comunes a todas las provincias de la República Argentina. Luchamos todos por un mismo objetivo, que es brindar el recurso, y fundamentalmente cuidar el recurso que es escaso. Es un recurso que hoy lo tenemos y en el futuro no sabemos que puede pasar, y centralmente crear conciencia. Tenemos que aplicar una política muy fuerte de educación hídrica, implementarlo desde la edad muy temprana. Los chicos que hoy tienen 5 o 6 años, perciben muchísimo lo que son los problemas ambientales, los recursos naturales, lo incorporan desde muy pequeños, y eso lo tienen incluido ya en sus normas de vida, el hecho de no derrochar el recurso, de cuidar el medioambiente. Tiene que fijarse una política nacional atinente a eso, a la educación y al cuidado del recurso en general.
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