El paso de dos tifones y varias tormentas tropicales, que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierras en el nordeste asiático, dejaron como saldo más de 50 personas muertas, cientos de desaparecidos y miles de heridos.
En Taiwan, que sufrió desde el viernes el peso del tifón Morakot (Esmeralda, en tailandés), murieron por lo menos 23 personas, 56 desaparecieron y hubo unos 30 heridos, según indicaron ayer los servicios de emergencia.
Durante el fin de semana, el tifón provocó acumulaciones de agua de dos metros de altura y aludes, antes de desplazarse hacia China, donde obligó a la evacuación de casi un millón de personas. Previamente, a su paso por Filipinas, el Morakot dejó 22 muertos y cientos de miles de evacuados.
El sur de la isla de Taiwan fue la zona más afectada. Ayer, mientras continuaban cayendo fuertes lluvias, decenas de miles de personas seguían atrapadas debido a la subida del nivel de las aguas en las regiones de Tianan y Chiayi (sudoeste).
"Son las peores inundaciones en Chiayi de los últimos 50 años", sostuvo el alcalde, Chen Ming-wen.
Un centenar de personas en la aldea de Shiao Lin fue rescatado por un helicóptero militar y pudo escapar así de un alud de lodo. Uno de los pobladores rescatados dijo a un noticiero que creía que unas 600 personas habían sido sepultadas por el derrumbe. "Una parte de la montaña se desprendió y aplastó al pueblo", añadió.
Este tifón ocasionó en Taiwan daños por 106 millones de dólares y dejó sin agua ni electricidad a un millón de hogares, según las autoridades. El Morakot también se precipitó anteayer sobre la provincia china de Fujian, con intensas lluvias y vientos de hasta 119 kilómetros por hora.
En China, las autoridades informaron que un niño había muerto y que un millón de personas habían sido evacuadas de las provincias costeras orientales de Zhejing y Fujian.
Además, centenares de aldeas y pueblos quedaron anegados y más de 2000 viviendas se habían desplomado. Ayer por la mañana, la agencia meteorológica de Pekín anunció que el tifón había perdido fuerza y se había convertido en tormenta tropical.
Por otra parte, ayer, en Japón, el tifón Etau, acompañado de lluvias torrenciales, llegó a la costa del Pacífico y dejó 13 muertos y varios desaparecidos, por las crecidas de los ríos y los derrumbes de lodo.
Las precipitaciones comenzaron anteayer en la prefectura de Hyogo, 500 kilómetros al oeste de Tokio, y fue allí donde se registró el mayor número de víctimas. "Estamos haciendo todo lo posible para organizar la ayuda y e intentamos saber si otras personas desaparecieron", explicó el vocero de la policía de Hyogo.
Por su parte, la Agencia Meteorológica de Japón dijo que la tormenta podría impactar hoy en el centro del país, y en varias regiones se prevén aludes, inundaciones, crecida de mares y ráfagas de viento de 126 kilómetros por hora.
Alertas de tsunami
El centro de Japón también resultó afectado, hoy a la madrugada, por un violento sismo de magnitud 6,4, que dejó varios heridos leves y una alerta de tsunami. La Agencia Meteorológica de Japón anunció que el epicentro del terremoto había sido ubicado frente a las costas de la región de Shizuoka, al sudoeste de Tokio, y que enseguida se había emitido una alerta de tsunami para las islas Izu, en Shizuoka.
También hoy se difundió una alerta de tsunami para el Indico, luego de registrarse un sismo de magnitud 7,6 en las islas Andaman, al este de India, según informó el Instituto de Vigilancia Geológica de EE.UU.
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