El Sol se refleja nuevamente sobre el espejo de agua que forma el dique de Ullum. Después de verse seco y casi vacío por seis meses, el lago volvió a cubrirse casi en su totalidad. Así, el agua ocultó otra vez los vestigios de la antigua bodega Las Lomas de la familia Graffigna. Luego de haber estado escondida bajo el agua por 27 años, había quedado al descubierto por la merma del caudal de agua del dique para captar las miradas curiosas de muchas personas que se acercaron para conocer una parte del pasado.
El dique de Ullum comenzó a perder agua en diciembre pasado, cuando aguas arriba empezó el llenado del dique Los Caracoles. Así a Ullum sólo llegaba el agua para consumo y el de riego, que bajaba a los cultivos. Y la cota del dique comenzó a bajar poco a poco. La merma en el caudal, que llegó a tener 755 metros sobre el nivel del mar cuando su cota máxima es de 768 metros, hizo que los concesionarios de las playas pasaran un verano negro. Es que la gente dejó de visitarlas porque estaba prohibido ingresar al medio del lago, donde todavía quedaba un poco de agua, por seguridad.
En mayo pasado, DIARIO DE CUYO publicó el hallazgo: la antigua bodega de la familia Graffigna, que había estado oculta bajo lo que ahora es Playa Hermosa y que se podía ver de nuevo. El lugar se llenó de gente que llegaba a conocer las ruinas. Inclusive el municipio organizó una visita guiada gratuita a la bodega fantasma.
Ahora todo quedó bajo el agua nuevamente. Es que desde hace un mes el dique comenzó a llenarse. Y ya se cubrió una cota de 766,09 metros sobre el nivel del mar. Es decir que sólo le falta 1,91 metros de altura para llegar a su llenado completo. Los datos fueron informados por el titular de Hidráulica, Jorge Millón, quien dijo además que "hemos logrado llenar el dique por el periodo de monda. Como en estos periodos no se distribuye agua en el sistema de riego, todo lo que ha venido bajando del río se lo ha ido guardando en Ullum".
Como consecuencia, gran parte de las ruinas de la antigua bodega desaparecieron otra vez. Ya no se ve las piletas en las que se guardaba el vino. Y tampoco la hilera de troncos que surcaba la antigua calle que comunicaba Ullum con la Ciudad de San Juan. Mientras que las raíces del gran árbol que daba sombra a la bodega quedaron en medio del agua.
En general, todo el dique volvió a mostrar su conocida postal. Con patos y aves volando sobre el agua y las orillas cubiertas de agua y limpias.
Según lo que se espera desde Hidráulica la cota se mantendrá, aunque Millón aclaró que todo depende de las nevadas y del escurrimiento del agua. Y dijo que ha habido pocas nevadas, pero todavía queda tiempo para que nieve un poco más.
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