La sequía que se registra en gran parte del territorio nacional, específicamente en Querétaro, es apenas una de las consecuencias del cambio climático. Entre la sociedad y en las instancias gubernamentales prevalece un desconocimiento sobre el fenómeno, considerado como algo de ficción o lejano, sostuvo Enrique Uribarren Castro, presidente del Observatorio Ciudadano de Protección Ambiental de Querétaro.
En la entidad ya se registran los primeros efectos del cambio climático, como la modificación en el patrón de lluvias, el incremento de las temperaturas, el aumento en los periodos de sequía y, consecuentemente, la pérdida de tierras fértiles.
Ciertos funcionarios de gobierno y la población misma piensa que las alteraciones climáticas son propias de países lejanos y, en consecuencia, nunca llegarán a esta región. Sin embargo, Uribarren aseguró que el cambio climático ya está en Querétaro, con el transformado patrón de lluvias y el registro de altas temperaturas.
Explicó que de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la temperatura en el municipio de Querétaro se ha incrementado 1.2 grados centígrados en los últimos 10 años, al pasar de un promedio de 18.6 a 19.8 grados.
La combinación de temperaturas más elevadas y la modificación en el patrón de lluvias causarán cambios, como la disminución del potencial agrícola y su productividad, con las consecuentes pérdidas económicas, ya que por lo menos 50% de la superficie del estado se verá afectada por la desertificación.
Enrique Uribarren, ex delegado de la Profepa en la entidad, mencionó que esta situación ocasiona una menor humedad y, a su vez, la pérdida de tierra fértil.
“Esto va a generar, por ejemplo, la disminución de la superficie cultivable de maíz de temporal, debido a la escasez de las lluvias y los largos periodos de sequía”.
Mencionó que los periodos de sequía traerán mayores requerimientos de agua, menor recarga de los acuíferos y menor disponibilidad del líquido, lo que causará una sobreexplotación de acuíferos.