ACORDE con la costumbre nacional de demorar las soluciones más allá de lo razonable, el problema del abastecimiento de agua corriente a Médanos se sigue retrasando. Conforme lo consignado en nuestra edición de ayer, se incrementan los reclamos y el malestar en la comunidad, por el tiempo que tardan las autoridades provinciales en completar las mejoras destinadas a reforzar el suministro. Señala la crónica que ya se han realizado las perforaciones programadas y se cuenta con los elementos necesarios para finalizar las tareas, pese a lo cual estas han caído en una inquietante parálisis.
NO ES el de Médanos el único caso de poblaciones esperanzadas en contar, en algún momento, con un servicio público de semejante trascendencia que funcione en plenitud. Lo mismo cabe decir de las obras sanitarias, todavía no conocidas por muchos miles de habitantes del sur de la provincia de Buenos Aires, pese a denodadas gestiones emprendidas por las fuerzas vivas y por las autoridades municipales. Son deudas pendientes que los organismos gubernamentales superiores no alcanzan a satisfacer.
A FINES de marzo último, se llevaron a cabo dos pozos que se agregaron al ya existente, de manera tal que podrían agregarse 50 metros cúbicos horarios a la red domiciliaria, en una virtual duplicación de la disponibilidad actual. Sin embargo, el completamiento del proyecto se dilata y, como consecuencia, el vecindario muestra su preocupación, porque todavía no puede disponer de un suministro regularizado.
POR OTRO lado, se habían realizado diversas tareas complementarias, incluido el comienzo de la construcción de la platea donde se asentaría la planta de abatimiento de arsénico, con el propósito de enfrentar uno de los aspectos esenciales de la cuestión, como es el generado por la elevada presencia de dicho elemento en el agua que consume el vecindario. También se recibieron, hace un par de meses, un tanque-filtro destinado a la planta potabilizadora y otros elementos primordiales para la estructura del servicio.
POR ESTAS horas, la comunidad de la cabecera del partido de Villarino se pregunta qué ocurrió después del 28 de junio, ya que (casualmente o no), a partir de ese fin de semana, todos los trabajos sufrieron una interrupción que sigue generando justificados interrogantes. Sería oportuno, por lo tanto, que las autoridades competentes asumieran la responsabilidad de brindar las explicaciones sobre la situación, a los efectos de que la comunidad sepa a qué atenerse y disponga de una información precisa respecto del momento en que podrá disponer de un servicio de agua corriente propio del siglo 21.
ASIMISMO, los frentistas se preguntan hasta qué punto cabe trazarse ilusiones respecto de la proyectada construcción del acueducto del río Colorado, para abastecer a varios pueblos, así como a Punta Alta y Bahía Blanca, y aumentar el área de riego, si todavía existe aquella incertidumbre alrededor de la provisión de agua a aquella ciudad.
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