El llenado, hasta casi un nivel máximo, de los diques que hay aguas arriba del río San Juan -Caracoles y Ullum- han relajado a las autoridades de Hidráulica. Es que a pesar de que la nieve registrada hasta ahora en la cordillera es menos que el año pasado, y aún le falta cantidad para llegar a la altura ideal, ya no temen que falte el agua para el próximo año en la provincia.
"La reserva de agua que tenemos este año es mayor, y aún cuando hoy hay menos nieve que el año pasado, con lo que ya se acumuló y lo que tenemos en los diques no faltará para el consumo, riego y generación del año próximo", dijo ayer Jorge Millón, titular de Hidráulica.
Este año será el primero en que funcione a pleno el dique Caracoles, que ya está prácticamente lleno. Y además, el agua ya volvió en las últimas semanas al dique Ullum, el cual está por alcanzar su cota normal.
Ese panorama, sumado a las nevadas registradas en los últimos días, trajo tranquilidad. Ayer, en Hidráulica tenían registrada la acumulación de 90 centímetros de nieve en la cordillera, cifra que se alcanzó en los dos últimos días de precipitaciones níveas en la cordillera. Aquí en la ciudad ese fenómeno se advirtió con la presencia de vientos Zonda.
"Hasta el lunes teníamos contabilizado entre 60 y 70 centímetros de nieve, lo que era realmente muy poco. Pero ahora ya hay 90 y estamos más tranquilos", dijo ayer Millón. El funcionario no proporcionó el dato de la nieve que había el año pasado a esta altura, pero aseguró que ahora "es menos que el año pasado".
La altura de nieve ideal es de 1,10 metros, cifra con la cual se puede esperar un derrame de agua promedio de 2.000 hectómetros cúbicos en el río San Juan, principal fuente de irrigación de los valles de Tulum, Ullum y Zonda.
La nieve, al derretirse, comienza a proporcionar agua al río en el período comprendido entre octubre y setiembre del año siguiente.
De ahí que es tan importante para San Juan conocer las cantidades de nieve que se acumulan en la cordillera. Incluso la provincia tiene implementado un aceitado mecanismo para realizar año a año las mediciones (ver infografía), que culmina en la primera quincena de cada setiembre. En ese momento es cuando el helicóptero de la provincia lleva a los expertos a las estaciones hidrológicas para realizar las mediciones de acumulación de nieve en persona.
Según explicó ayer Millón, hasta la primera quincena de setiembre se pueden esperar más nevadas en la cordillera.
Un dato destacado es que las nevadas en altura que son consistentes (no se derriten enseguida) y sirven para tener agua no se produjeron por ejemplo en la última ola de frío polar que se registró en la provincia. "Esas nevadas cayeron en la precordillera de los valles y luego se derritieron. Lo que hace falta es que nieve en altura, en plena cordillera. Los días de Zonda en la ciudad son buenos porque son los que vienen más cargados de nieve", dijo Millón.
Los técnicos saben que si bien la altura es importante, lo es también la densidad de la nieve. Por eso es que cuando van a hacer el cateo en persona sacan muestras y las pesan para calcular su densidad: Mientras más pesada es, mayor calidad. Otro dato importante es que desde el año 1950 las mediciones se realizan siempre en el mismo lugar, con el objetivo de obtener siempre una media homogénea del contenido de agua de la nieve. Con esos datos después Hidráulica realiza el pronóstico de agua que calcula que vendrá en el cauce del río para el próximo año. |
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