Asociación de Vecinos de La Boca surge en el año 1995 atendiendo problemas particulares del barrio como la inseguridad, el urbanismo, la salud, la educación, etc. Pero desde hace 8 años dedica la mayor parte de su tiempo a buscar una solución para el principal problema ambiental de su territorio: la contaminación del Riachuelo.
La ONG es miembro fundador de la Red S.O.S. Riachuelo, miembro activo de la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE) y actualmente forma parte del Cuerpo Colegiado designado por la Corte Suprema de Justicia para controlar el Plan de Saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo diseñado por la Secretaría de Ambiente de la Nación. Su presidente, Alfredo Alberti, hizo referencia a la trayectoria de Asociación Vecinos de La Boca y al trabajo arduo de concientización que tienen como desafío actualmente.
-¿Cómo se congregó la Asociación Vecinos de la Boca?
-Lo que nos congregó fueron los temas de seguridad, de urbanismo, de salud, de educación, que hacen a una asociación vecinal realmente. Nos ocupamos del semáforo, del desramado, de la desratización, del cuidado de las veredas, de la salud pública del Hospital Argerich y las escuelas. Pero el tema de seguridad era un tema muy recurrente, y lo sigue siendo hoy en día. Conseguimos una fiscalía correccional del distrito, pero a pesar de ese logro importante de haber traído una institución al barrio, el tema de la seguridad no se revertía. La gente de la fiscalía nos decía que había zonas muy pesadas, muy escabrosas; y eran las zonas que estaban pegadas al Riachuelo: las villas, los asentamientos. Fue tan recurrente el tema del río que fue ahí cuando nos metimos de lleno creyendo que aquellos “mil días” de María Julia Alsogaray que todo el mundo recuerda, estaban operando algo en algún lugar.
- ¿En qué momento decidieron dedicarse de lleno al problema de la contaminación del Riachuelo?
- Fue en el tramo cuando los “mil días” ya iban por los 3000 y pico. Pensábamos que había un efecto residual, que algo se estaba haciendo. La sorpresa nuestra fue que estaba todo sumergido en el olvido y “sotaneado”. Nos costó mucho levantarlo, fueron muchos años de silencio, sin repercusión. Nos costaba llegar a los medios. Una nota en la FM del barrio y una nota en la revista barrial eran los lugares para contarlo, hasta que cansados de golpear puertas empezamos a hacer un peldaño importante cuando hablamos con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y la Defensoría del Pueblo de la Nación. Nos costó, pero al final logramos que ambas Defensorías tomaran esto, y lo trabajaran en conjunto, y de ahí salieron dos informes muy importantes que fueron piedra basal para construir este edificio. Y después de esto hubo otro informe que nos costó que saliera pero al final salió que es el de la Auditoria General de la Nación.
La intención nuestra era acoplarnos, así lo hicimos, y logramos estar en la Corte Suprema como terceros interesados en la causa Beatriz Mendoza c/ Estado Nacional y otros s/ daños y perjuicios. Esto es un perfil nuestro; el otro perfil que tenemos es el trabajo territorial que estamos desarrollando en el barrio, trabajo que hacemos con las escuelas, trabajo que hacemos en la calle de concientización.
- ¿En qué consiste el proyecto de las Mil Banderas por el Riachuelo?
- El tema de las Mil Banderas, es lo que hacemos con las escuelas fundamentalmente, y consiste en una charla que damos a los chicos, les pasamos un video, previamente ya los maestros algo les hablan, nosotros vamos y damos un poquito más de emoción, y sale un acuerdo con los profesores de plástica: les dejamos una tarea que es la de hacer una bandera. Les damos la tela, les damos la pintura y ellos bajo la consigna “Riachuelo fuente de vida y trabajo”, crean una bandera. La idea es llegar a las mil, y con esas mil banderitas hechas por los chicos vamos a poder hacer bastante ruido donde las exhibamos. Espero que a lo mejor cuando las tengamos no hagan falta ya y este todo bien encaminado, pero no lo creemos así, creemos que todavía esta es una lucha bastante larga.
- ¿Cómo se dio el salto de pasar de los medios barriales a legitimarse como voz especializada en la problemática del Riachuelo en los grandes medios?
-En principio lo que empezaron publicándonos fueron Cartas de lectores, y tuvimos suerte con eso en todos los medios. Así debutamos con los grandes diarios, ese fue el primer contacto con Clarín La Nación, y La Prensa, todos los de gran tirada. Sin embargo, no pasaba de ahí. Se nos empezó a tomar más en serio después del trabajo que hicimos con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y de la Nación. Porque no podríamos perforar los medios importantes. Y eso fue una de las cosas que les dijimos a los Defensores cuando fuimos: nos cuesta perforar el tejido social, las instituciones y tales espacios.
Lo que nosotros queríamos era llegar a las autoridades, podemos obviar la prensa pero había que llegar a “los que solucionen esto. Entonces empezamos a laburar de esa manera con ese objetivo y fuimos trabajando con Brailovsky en Ciudad y Mondino en Nación de manera conjunta. Lo logramos por primera vez que dos defensorías trabajen al unísono en un tema tan importante. Y se generó el 1º Informe, con la firma de Mondino. Y ese primer informe, en 2003, empezó a tener un poco más de prensa, le hacían nota a Mondino y salíamos nosotros como denunciantes. Empezaron a tenernos un poco más en cuenta. De todas maneras seguíamos siempre en paralelo haciendo actividades barriales. Algunas tenían mas repercusión, no se por qué a unas más que a otras. Siempre notificando a la prensa, mandando gacetillas. A veces había algunas actividades que hacíamos en el barrio que la prensa juzgaba que eran mas mediáticas, como la Celebración Ecuménica, o el famoso “barquinazo”, que hicimos que chicos de los colegios hagan muchos barquitos de papel con una media docena de barcos grandes, los tiramos al río desde un catamarán, cosas que llamaban más la atención, hechos más atractivos.
De esa forma eso se fue multiplicando. Después vino el Informe de Auditoria, luego la Corte Suprema. Además el río no es el único tema que trabajamos, la primera vez hablamos de la trayectoria, de la fiscalía de La Boca, con eso los medios también nos empezamos a conocer, porque tuvo tres inauguraciones y nosotros fuimos los que empujamos la creación, entonces los medios nos buscaban, porque la fiscalía, como la conseguimos, eso también nos hizo conocer en la prensa.
-¿Qué se encuentran haciendo actualmente con el Cuerpo Colegiado?
- Con el Cuerpo Colegiado estamos intentando hacer lo que la Corte Suprema de Justicia nos puso como tarea que es el control social. Creíamos que esto iba a ser mucho más fácil, pero realmente la voluntad política todavía sigue siendo pobre y nuestra exigencia tiene que ser al máximo para poder realmente estar acorde a la oportunidad que tenemos de tener aliados como la Corte Suprema, un juez federal. Estamos realmente exigiéndonos porque todavía no es satisfactorio para nada el desenvolvimiento de ACUMAR. ACUMAR trabaja, pero está trabajando hasta ahora de una manera burocrática, no salen de los “papers”. Mucho papel, mucho cálculo, mucho programa, mucho nombramiento de gente, pero al territorio no llegan las cosas. Y nosotros en ese tema estamos trabajando para demostrar que ACUMAR no está siendo eficiente. Si bien como Asociación Vecinos de la Boca nosotros hemos trabajado siempre en toda la Cuenca, para demostrar que la ACUMAR no es eficiente los estamos circunscribiendo a la Ciudad de Buenos Aires. Estamos marcando lo que ocurre en La Boca y en el sur de Barracas, en una zona absolutamente lateral y olvidada, y donde persiste el problema interjurisdiccional. Donde Ciudad dice que no puede entrar, avanzar, porque los créditos tienen que ser de aval de Nación, y Nación que dice que es Ciudad la que lo tiene que hacer. El juez ya está enterado de esto, ya estamos hablando nosotros en particular sobre este tema, lo está hablando el Gobierno de la Ciudad, está Nación tratando de ver sus papeles. Nuestra función dentro del Cuerpo Colegiado es actuar como control de los lineamientos que fijo la Corte, los plazos que están todos absolutamente ya vencidos.
-¿Cómo es la relación de Asociación Vecinos de la Boca con Greenpeace?
-La relación es buena. Nosotros lo vemos bien. Lo que ocurre que Greenpeace tiene ciclos. No es como Asociación Vecinos de la Boca que a esto le ponemos el cuerpo, y no nos fijamos plazos. Greenpeace se maneja como una empresa, tiene presupuesto. Dicen “nosotros nos quedamos por seis meses, por un año”. Hace poco se presentó, hizo una representación con bastante fuerza, trajo un barco, además está trabajando en el Cuerpo Colegiado, y lo está haciendo muy bien. Esperemos que no se desenganchen, que esta es una causa para sumarse y quedarse, no para hacer un toco y me voy. Acá yo creo que nos va a llevar bastante tiempo, ojalá haya gente joven que nos supere a nosotros y pueda continuar esto. Greenpeace es una ONG multinacional que ojalá se quede a trabajar con esta problemática. O sea la relación de Asociación Vecinos de la Boca con Greenpeace es buena; además en el Cuerpo Colegiado viene el director que es Martín Prieto, o Villalonga. Están comprometidas las primeras figuras de Greenpeace. Están aportando su criterio. Tienen mucho criterio para ver las cosas, tienen mucha experiencia en esto. Yo personalmente aprendo bastante al lado de ellos.
-¿Ve diferencias entre la gestión de Homero Bibiloni con respecto a la de Romina Picolotti?
-Creo que actualmente se está trabajando hacia adentro de ACUMAR. Picolotti empezó esto con una gran fuerza, haciendo promesas. Se hablaba de que iba a haber 190 inspectores, y resulta que ahora con Bibiloni nos enteramos que los inspectores que hay son 34. Está trabajando hacia adentro, todavía no se ve el resultado hacia fuera. Entonces yo no quiero ni denostarlo ni aprobarlo. Bibiloni tiene en su espalda, el haber sido el abogado defensor de los 14 municipios. Entonces eso puede ser utilizado para bien de la causa, como puede ser utilizado de otra manera. Yo creo que lo más objetivo es esperar resultados. Y los resultados no se ven. Acá en el territorio, la sede que está acá en La Boca, al dueño no le pagan el alquiler desde hace un año, ni los impuestos. Y ACUMAR está hablando de tener 3 sedes más, en la Cuenca Baja que estaría en Avellaneda, en la Cuenca Media que están viendo donde y en la Cuenca Alta, por Cañuelas. Están hablando de tener 3 sedes más, pero la que tienen no están pagando el alquiler. Entonces estas contradicciones que sirven para el que hace política partidaria, y le pegan duro a estas cosas. Nosotros no hacemos política partidaria, queremos ser constructivos. Señalamos que no estamos conformes, que es insatisfactorio, que no es eficiente, pero queremos ser constructivos.
-¿Qué sería lo más urgente para hacer?
-Las urgencias están caminando ahora por el conductor lateral máximo izquierdo, que es un receptor cloacal importante. Vamos a ver si se hace. Además lo urgente, importante y más atrasado es el control de las industrias. Si vos hablas con ellos, Nación, Ciudad y Provincia te dicen que están controlando. Yo te pregunto si con 34 inspectores podes controlar 4000 empresas. Se tardaría 6 años en visitarlas. Ellos no quieren cerrar las empresas; y nosotros no es que queramos cerrarlas, queremos que esto se solucione. En definitiva la prioridad es la salud de la gente.
-Desde su óptica ¿Cree que los vecinos de la Cuenca están movilizados en esta causa?
-No. La pata más rezagada en esta etapa es la gente. Nosotros hemos siempre hecho un trabajo de gestión desde acá adentro, nunca fue un trabajo de movilización. Nosotros no somos una asamblea como la de Gualeguaychú, hacemos gestión de acá por el barrio. Ocurre que este tema tiene que llegar a la gente, tenemos que lograr hacerle un “clic” a la gente que tiene al Riachuelo sucio ya incorporado en el inconsciente y que es así. Uno le explica que esto se generó cuando no había conciencia ambiental, cuando no había cultura ambiental, no había leyes ambientales. Las leyes son del año 1994 en adelante. Antes de ese año querías salir a defender esto y no tenías herramientas. Entonces hubo gente que por suerte nos dejó toda una legislación importante. Pero el vecino no asumió que hoy puede pedir un recambio y una recomposición ambiental, es su derecho. No salen a defender esto. La intención nuestra es trabajar desde la cultura, con música, con bandas, con murgas, con sketch en la calle, concursos de pintura referidos a esto, a ver si por el lado emocional es más corto el camino. La gente se entera de los problemas de salud, pero no tiene la capacidad de reacción. En esta parte sur hay mucha gente adormecida, mucha gente conformista y hay un abuso, justamente por ello, de los gobernantes.
En la cuenca además hay gente con muy bajo nivel social, y que vive de lo que le da el Gobierno de dádivas. Como sale esa gente a protestar contra el Gobierno para que limpien el río, como sale a protestar contra aquellos que le están dando un plan trabajar. La gente que vive en Dock Sud, que trabaja a lo mejor en el polo petroquímico, como va a salir a gritar contra el polo petroquímico, por más que este matando a sus hijos, si es la única entrada que tienen para comer, es una población un poco cautiva, no toda. Lo que pasa es que no puedo ponerme en la mente de ellos. Si mi hijo tiene plomo en sangre yo salgo a protestar, pero no todos tenemos el mismo grado de educación, el mismo grado de concientización, y mucha gente se tiene que callar la boca, por más que sepa que su hijo se le está enfermando, y eso que tiene en la piel está producido por la fábrica que está tirando desechos químicos al río, o al aire. Es una situación muy especial, muy delicada. En la cuenca son siete millones de personas. Hay un gran porcentaje de clase media. Es realmente ofensivo ver el “que me importa” de la gente. Esta apatía que hay en la sociedad a veces me hiela la sangre.
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