Ricardo Gaitán, director de la Subsecretaría de Saneamiento, informó ayer la rotura del tablero que controla la bomba de extracción número 5 de la Toma Nueva.
Los empleados municipales en conjunto con una cuadrilla de Enersa se dedicaron a reparar el sistema eléctrico.
Gaitán explicó que la paralización de la bomba de extracción disminuyó la distribución de agua de la planta de avenida Ramírez e incluso adelantó que, en el sur de la ciudad, pudo haber faltado el suministro ante la realización de los trabajos.
El funcionario municipal alertó sobre la baja presión y el probable faltante teniendo en cuenta que “los sábados se consume un 30% más de agua”, que lo habitual.
De todos modos, Obra Sanitarias preveía tener resulto el problema en las últimas horas de ayer.
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