Lo resolvió la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, que investigó el accionar de la firma Pepsico y procesó a esas personas sospechadas de afectar la salud, el suelo, el agua y el medio ambiente de manera peligrosa para la salud.
La medida recayó en el gerente de manufactura de la planta Florida, Claudio Ponce Luque; el coordinador de sustentabilidad y utilitarios de la planta, Alejandro Olano, y el coordinador de producción, Claudio Montaner Godoy. A la vez, la jueza sobreseyó a cinco personas que trabajaban en la empresa, por ser ajenas a la situación.
Los imputados habían rechazado la acusación y negaron que hubiera “materiales contaminantes” en el proceso productivo.
Pero la jueza dio por probado que existían “efluentes industriales (con insumos productivos y materia fecal) arrojados de modo clandestino a los conductos pluviales que desembocarían en las aguas del Río de la Plata en afectación al curso hídrico, las personas o animales en contacto con ellos, y las especies que ven consumido excesivamente el nivel de oxígeno en su hábitat natural”.
La jueza y la empresa
Para la jueza, “la empresa no sólo no cuenta con permiso de vuelco al pluvial sino que el mismo, que realiza ilegalmente de facto, lo es a través de previa obra de ingeniería clandestina”.
La compañía respondió en un comunicado que “la causa de este procedimiento se origina en una investigación a numerosas empresas por una supuesta infracción en el tratamiento de efluentes que, por el momento, en el caso particular de Pepsico nunca fue comprobada”.
“La planta se encuentra operando normalmente al día de la fecha”, sostuvo Pepsico, y afirmó que “consideramos firmemente que nosotros no estamos contaminando el suelo, el agua ni el medio ambiente”. También admitió que están investigados los tres empleados.
En marzo pasado la jueza allanó instalaciones de la firma que produce, elabora, envasa y vende productos de snacks, y comprobó el vertido de los efluentes industriales.
De acuerdo a la causa, los vertidos se hacían mediante un empalme o 'by pass' casero que desembocaba en la red pluvial eludiendo la planta de tratamiento y el sector de vuelco autorizado por la Autoridad de Control.
En el expediente se determinó que “los vertidos contenían materia orgánica como almidón, ácidos grasos animales, ácido oleico, palmítico y materia fecal”, indicaron los voceros. |
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