A partir de una iniciativa de la organización Ecosistema Argentina y de la revista Pueblo Grande, los vecinos de Villa Río Icho Cruz comenzaron a reunirse con el fin de planificar una serie de acciones tendientes a recuperar el arroyo Las Aguadas, uno de los principales afluentes del río San Antonio que por cuestiones climáticas y ambientales quedó totalmente seco hace poco más de una década.
“Tenemos dos objetivos muy claros. En primer lugar recuperar el arroyo como un espacio natural propio de Icho Cruz. Con ese fin, en el mes de setiembre organizaremos varios operativos de limpieza a lo largo de las ocho cuadras principales. El lugar se ha convertido en un virtual basural y ha sido invadido por plantas exóticas que nada tienen que ver con la flora autóctona. Vamos a reforestar todo con especies nativas. Pero además, pretendemos que el arroyo recupere su antigua fisonomía, que vuelva a tener agua. Para eso deberemos trabajar junto a dependencias gubernamentales y a Adarsa, la asociación de defensa del río San Antonio”, explicó a LA MAÑANA Valeria Albreht, una de las coordinadoras del plan.
El arroyo Las Aguadas tiene su origen en las Altas Cumbres. Siempre tuvo un buen nivel de agua hasta que a principios del año 2000 comenzó a secarse hasta de- saparecer totalmente.
Esta situación se dio como consecuencia de varios fenómenos: erosión del suelo por deforestación, incendios, sobrepastoreo, escasas precipitaciones e invasión de árboles exóticos.
Pese a estar seco sigue constituyendo un factor de riesgo para los Bomberos de la región, ya que si se producen lluvias importantes en las sierras, el agua que baja puede volver a ocupar el antiguo cauce generando problemas a los vecinos del sector.
“Cada vez que llueve en el verano se alerta a la gente que no cruce el lecho seco, ya el agua puede desbordarse por allí. Hay que tener en cuenta que por un deficiente loteo se han ocupado las orillas con alambres y muros. Si el arroyo recupera su antigua fisonomía correrán riesgo las construcciones ubicadas en sus márgenes. Por eso hablaremos con los vecinos para que tomen conciencia del riesgo que existe”, continuó la ecologista.
Si bien en los orígenes del arroyo se han construido dos pequeños embalses en campos privados, Albreht asegura que la falta del líquido elemento se debe a otras causas.
“Han disminuido las lluvias promedio de la cuenca y se han secado las vertientes que alimentaban a Las Aguadas. Además, la ubicación de grandes plantas exóticas han afectado el curso original. Sin embargo, si vuelven a repetirse las lluvias intensas, el arroyo está en condiciones de recuperar nuevamente su antiguo caudal”, concluyó la joven.

Acciones concretas
Para setiembre ya están programadas las primeras cuatro jornadas de trabajo que incluirán la limpieza de las márgenes y el cauce de Las Aguadas, el retiro de basura y especies vegetales foráneas y la plantación de ejemplares autóctonos.
Además, se pedirá a los vecinos que invadieron las antiguas márgenes que retiren las instalaciones para evitar males mayores.
Para una comuna como Icho Cruz que vive fundamentalmente del turismo, la recuperación de esta antigua corriente de agua es de fundamental importancia para potenciar el perfil de la localidad y tornarla aún más atractiva para los lugareños y visitantes que llegan en verano.