El problema de la desertificación es altamente conocido y sumado a las sequías que vivió la zona del Chubut, señala que es necesario conformar un equipo de investigación que estudie proyectos alternativos de prevención sobre esta problemática.
En el informe realizado por Rodrigo José Roveta, denominado “Resilience to Climate Change in Patagonia,Argentina”, el investigador que desarrolla su actividad en la Dirección General de Bosques y Parques del Chubut señaló la necesidad de pulir los canales de participación entre instituciones gubernamentales y aquellas específicas que realizan estudios sobre el tema, para el avance de propuestas superadoras. Ya que se espera para las décadas venideras una agresión por parte de la variación del clima en el Chubut(http://www.iied.org/pubs/pdfs/14576IIED.pdf).
Redoblar la apuesta
En la investigación publicada por el International Institute for Environment and Development (IIED) en diciembre del 2008, Roveta señaló que “la temperatura media anual irá aumentando de forma paulatina. Acompañada por una disminución continua en la precipitación en los años próximos, causado por el desplazamiento del anticiclón de Océano Pacífico hacia el sur. Este sistema de presión, dijo el investigador en el informe, es responsable de bloquear sistemas de precipitación en el camino al continente. En este contexto, faltan medidas de adaptación al cambio climático implementadas de modo coordinado, señaló Roveta a SciDev.Net, Science and Development Network for Latino American & Caribbean.
“La información es muy dispersa, no hay referentes locales y hay mucha desinformación en la comunidad en general. Además, las diversas actividades de adaptación que han surgido, al menos institucionalmente, no fueron motivadas por una idea de mitigación y adaptación al cambio climático”, agregó el investigador a la revista especializada.
Por su parte, el Licenciado en Ciencias Meteorológicas, Oscar Frumento que trabaja en el Cenpat, señaló a Jornada que no tiene conocimiento que haya gente dedicada específicamente sobre el tema a nivel de la provincia. “Existen investigaciones en forma indirecta, por ejemplo en el Cenpat, que hace unas semanas atrás se presentó un trabajo sobre diferentes variables que afectan a la producción de ganado. Pero no tengo conocimiento que se esté trabajando sobre proyecciones en cuanto al clima específico en la provincia. Pero, todo lo que sea investigación debe ser bienvenido. Sin embargo señaló que realizar un equipo de investigación que tome temas específicos es bastante complejo y necesitan bastante esfuerzo ya que tiene un tiempo prudencial de elaboración, “incluso de años resaltó”.
Sobre la variación del clima en el Chubut, Frumento dijo que “si uno observa en estos diez años, el clima ha variado, pero de forma paulatina”. El investigador del Cenpat explicó que existe una variación de clima que es natural. Hay una variación antropológica, que es debido a la acción del hombre, al avance de la producción y las grandes concentraciones urbanas. “La variaciones climáticas en nuestra provincia son debido a la acción natural y de la otra”. Pero de ninguna manera puede decirse que haya un cambio brusco de temperaturas.
Otro de los informes que circuló también, fue el realizado para la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco por el docente de Meteorología y Climatología de la Facultad de Ciencias Naturales Walter Maza, quien predijo que en un futuro, Patagonia Norte tendrá aumento de temperaturas, precipitaciones intensas, inundaciones en valles fluviales y el sector denominado Patagonia, deberá resistir un aumento general de temperatura, erosión costera, disminución de glaciares y desertificación.
Por último, en el informe que Rovera realizó para la revista del IIED, puntualizó que el cambio climático traerá, entre otras cosas, la disminución en el flujo de corriente de los ríos principales de la Patagonia. El río Chubut, fuente de vida para las poblaciones del noroeste del Chubut se verá afectado. “La disminución de producciones de agua puede introducir nuevos conflictos entre empleos principales de agua como el consumo humano, la irrigación, la hidroelectricidad y el empleo industrial”, se puede leer en el informe, por lo que es necesario, dice el autor, generar políticas capaces de anticiparse a estos probables acontecimientos. |
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