Varios barrios de la Capital, de Tafí Viejo, de El Manantial, de Villa Carmela y de Yerba Buena tienen serios problemas con el aprovisionamiento de agua potable, según las quejas manifestadas por vecinos a LA GACETA. "Sale muy poca agua desde hace un mes; esto es lamentable. Casi no sube al tanque y casi todos los días recién a las 11 de la noche nos podemos bañar. Lo grave es que también a veces cortan el agua sin avisar", expresó Mónica Fernández, quien vive en el barrio El Mirador de Villa Carmela. Según la mujer, ella no usa el lavarropas automático durante el día y hay vecinas que se levantan a las 2 de la madrugada para poder utilizar el artefacto. "El problema está en las 307 casas del barrio -asevera-. Una amiga, que tiene una bomba elevadora, le daba lugar en su domicilio a sus parientes para que se puedan bañar. A mi me preguntaron ayer: 'tenés agua? me faltó bañarlo a uno de los chicos'... y el nene vino y se higienizó en mi casa. Por suerte, todos somos solidarios".
En el barrio Próspero Mena, de Tafí Viejo, no sólo hay poca presión sino que por las calles corre libremente el líquido elemento. "El agua brota del pavimento en la avenida Roca y en la calle Presidente Perón, sobre todo donde está el centro comercial; ahí va por las dos cunetas", dice Sandra Abregú, quien limpia viviendas por hora en toda la ciudad. "En la calle San Juan es impresionante como están colapsadas las cloacas; no se aguanta el olor y algunas cuadras son como un río", agrega. La mujer aseguró que estos problemas se repiten en los barrios Orlandi, Villa Mitre y Tafí 1 y 2. Un grupo de vecinos taficeños se había reunido el lunes en una asamblea pública y reclamó soluciones. Autoridades de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) pidieron tiempo. Entonces se decidió hacer un compás de espera hasta esta noche, cuando la SAT informará si es posible dar más presión para atenuar el problema hasta que se llegue a una solución definitiva.
En la Capital las quejas, tanto por la poca presión como por los cortes y la presencia de aguas servidas en las calles, abarcaron a barrios como Villa Urquiza, Victoria, O'Connor, Telefónico y ATEP 2. Otros afectados son los habitantes del barrio La Esperanza, en Yerba Buena. "Lo más grave pasa los fines de semana, pero los otros días también hay que esperar hasta la noche para usar más agua. Y lo más complicado es cuando se producen cortes sin previo aviso", señaló Alberto Ponce.
José Palacios vive en El Manantial y dice que de día no se puede bañar. "Por suerte yo tengo una bomba elevadora y así me defiendo. Pero no puedo ocuparla mucho porque si no dejo sin agua a mis vecinos. Además, se corta la luz y nos quedamos sin agua. Después de las 10 de la noche mejora la presión", afirma. El hombre señala que el problema se sufre en los barrios 240 y 260 viviendas. LA GACETA también habló con un vecino de Aguilares. Carlos Villa, remisero que recorre toda la ciudad, señala: "hay caños rotos por todos lados; por eso será que el caudal es mínimo. Las mujeres se quejan porque a veces no dejan los platos y los pisos sin lavar, pero lo peor es no poder bañarse. Lo que pasa es que se hicieron barrios nuevos y no se perforaron más pozos", dijo. |
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