Tiene las características de un volver a vivir, con un trasfondo bastante parecido al de una fábrica recuperada. La Universidad Nacional de Cuyo ha puesto en marcha un proyecto que apunta a generar energía eléctrica otra vez en la abandonada y saqueada usina La Lujanita, en el camino al dique Cipolletti.
La iniciativa corresponde a la Facultad de Ingeniería, que ya tomó posesión sobre el lugar y por medio de un contratista comenzó a remediar el daño de muchos años de negligencias acumuladas.
Los Andes ha informado en más de una oportunidad sobre el destino de esta vieja usina, construida a principios del siglo XX, desafectada del servicio activo a principios de los años '70. Está ubicada sobre la ruta 87, frente a la planta potabilizadora de Obras Sanitarias Mendoza, casi en el punto de encuentro con calle Lamadrid.
Con el paso del tiempo, el complejo pasó a Agua y Energía y luego a Energía Mendoza Sociedad del Estado (EMSE) hasta quedar en el fondo residual de esta también desaparecida empresa.
El cascarón que quedó de la desidia de no proteger un bien estatal y las 6 hectáreas circundantes son de la Universidad Nacional de Cuyo, por ley N° 7810 impulsada por Raúl Vicchi. Exactamente pasó a sus dominios el 18 de marzo de este año.
Teniendo el apoyo del Consejo Directivo de la unidad académica, y contando con el diagrama inicial del ingeniero Federico Di Lello, la Facultad ya inició las obras de recuperación del complejo.
El decano de Ingeniería, Marcelo Estrella Orrego, explicó que es un proyecto de máxima para esa casa de estudios técnicos.
La meta es incorporar a La Lujanita como una central hidroeléctrica que ayude a generar energía para consumo y conectarla al Sistema Interconectado Nacional (SIN). La idea es volver a generar más o menos 1.200 o 1.500 kilowatts (Kw). "No es una gran potencia la que puede ofrecer esta central, pero hoy en día, con la falta de energía que hay, será bienvenida", explicó el decano.
Pero, siendo importante la generación, no será la única acción a ejecutar, ya que una vez restablecido el complejo al servicio se procurará que sirva como laboratorio de capacitación para los alumnos de Ingeniería, en las áreas de Hidráulica e Hidroelectricidad, con poco desarrollo en la actualidad.
La puesta en marcha del proyecto ya es un hecho por cuanto un contratista, el ingeniero Gerardo Ferreira, ha empezado con la parte civil, que consiste en recomponer los canales aductor y de descarga, que toman el líquido del Cacique Guaymallén,
También hay que reformular el sector que alberga a las turbinas hidráulicas y la casa de máquinas, donde se ubican los generadores.
Estos trabajos son, por ahora, la mayor inversión. El contratista Ferreira explicó que de los canales, totalmente embancados, se extrajeron 5.000 m3 de material. También se colocó una compuerta nueva en el punto de ingreso de la corriente. El horizonte para que este emprendimiento empiece a funcionar oscila de un año y medio a dos, lo que va a depender un poco del operador que se consiga y de las propuestas que se formulen.
Con las tareas que se observan en la actualidad, el lugar luce más recuperado, aunque los signos del latrocinio que padeció todavía son alarmantes. Baste señalar que hasta se robaron un puente grúa entero.
Según el ingeniero Estrella Orrego, la inversión para la primera etapa de puesta en operaciones del complejo es de aproximadamente $ 2.000.000; de ese monto se ha invertido $ 150.000.
Cuando se tenga la refuncionalización de la central más avanzada se llamará a licitación a los efectos de definir quién operará el sistema generador. Como las instalaciones lo permiten-el predio tiene 8.000 m2- está previsto construir un camping y un museo hidráulico. El ambiente es apto, porque es muy arbolado, rodeado de agua.
Hay que recordar que en las cercanías ha cerrado transitoriamente el centro de recreo que administraba el ACA, por concesión de Irrigación.
También le interesa a la Facultad que el operador que se haga cargo de las instalaciones asegure el lugar para el laboratorio de hidráulica, que será escuela de formación en el terreno de futuras camadas de estudiantes de la carrera. Entonces, la idea es completar el siguiente esquema: volver a generar energía, habilitar un ambiente para los cursantes de la especialidad hidráulica y hasta armar un museo con los elementos que sobren de la actual recuperación de la añeja usina.
Inclusive, y debido a la masa forestal del perímetro, se ha puesto a consideración el aprovechamiento turístico de la zona, para personal de la Universidad y del público en general.
Alegría de los ex empleados
Orlando Mazziero (75) trabajó 47 años en Agua y Energía y conoce a la perfección la vieja central y su contorno, porque nació allí.
Se puso muy contento al saber que se estaba recuperando el lugar donde vivió mucho tiempo, ya que su padre, Ernesto, fue el último jefe, antes de que el sitio quedara inactivo en los años '70. "Mi papá sucedió en la conducción de la central a mi abuelo materno, Gabriel Medina, así que esta vuelta al servicio me toca de cerca por dos variantes familiares".
También se emocionó Oreste Dragoni, quien el viernes cumple 80 años. Fue uno de los dos últimos empleados de la usina, antes del cierre, junto a Orlando Najurieta, ya fallecido.
"Es la mejor noticia que me podían dar, casi un regalo de cumpleaños. Primero fui maquinista y después tablerista, hasta que bajaron la ?persiana', allá por 1973, y me mandaron a trabajar a la usina cercana San Martín", recordó. Los dos operarios prometieron volver al establecimiento, que por razones de nostalgia no visitaban.
Minicentrales, otra opción
La idea de volver a generar electricidad en pequeños establecimientos hidroeléctricos, como es el caso de La Lujanita, entusiasma a muchos investigadores del sector público por ser energía limpia la que se obtiene.
El ingeniero civil Federico Di Lello, titular de la cátedra de aprovechamientos hidráulicos, vio hace tiempo esta posibilidad y armó el proyecto que se está ejecutando en Luján de Cuyo.
Tanto interesa el desarrollo de estos emprendimientos, que el Gobierno provincial se ha comprometido a otorgar 30 becas para alumnos del medio para incentivar el estudio de estas temáticas.
Empero, todavía no está definido si este plan de uso de pequeñas centrales seguirá en otra parte de la provincia, donde hay cursos que entreguen el imprescindible líquido. También el ingeniero Horacio Retamales, hombre de la UTN y del Instituto Tecnológico Universitario (ITU), ha desarrollado un plan de minicentrales hidroeléctricas, que todavía no ha sido aplicado pese a su bajo costo.
Foto - Archivo - Programa InfoAmbiente |
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