Técnicos pertenecientes a la Unidad Provincial Coordinadora del Agua, encabezada por su titular, el ingeniero Rafael Silva, mantuvieron una serie de reuniones con diferentes actores sociales, sobre todo productores de localidades y colonias comprendidas en la región que se encuentran dentro de la franja de influencia de todo el sistema hídrico de los riachos El Porteño y He Hé.
El Espinillo, Misión Tacaaglé, Apayarey y otras comunidades cercanas comprendieron los encuentros, además de visitas a zonas donde se hallan emplazadas las obras y también a lotes donde se desarrollan emprendimientos productivos que han incorporado tecnología de riego merced –justamente- a la disponibilidad de agua.
Silva indicó que “además de brindarles detalles en forma sencilla sobre las características de los trabajos ejecutados y por ejecutar, también respondieron dudas y, sobre todo, le hacemos ver los beneficios que las obras van a traer, aunque en muchas zonas ya están favoreciendo a productores. Esto es importante dado que se trata de un ambicioso proyecto con impacto a mediano y largo plazo”.
Señaló que los mismos lugareños “ya se dan cuenta de los cambios favorables que se están produciendo”, considerando que “este tipo de intercambio con la gente resulta muy conveniente, dado que nos permite saber en detalle cómo se está adaptando a esto de disponer agua en cantidad y calidad, lo que es generador de una nueva cultura. No es tarea sencilla llegar a un manejo adecuado de las aguas; es un proceso de años, pero resulta interesante observar cómo se avanza en este sentido”.
Comentó, por ejemplo, que en El Espinillo donde se hicieron las primeras obras en la zona de Paí Curuzú se aprecian los múltiples beneficios, en principio abasteciendo de agua a la población y también su uso para emprendimientos productivos, que es algo que se va extendiendo de manera sostenida.
“Por ahora los beneficiados son quienes están asentados cerca del riacho El Porteño; por eso en esta ronda de reuniones explicamos los pasos que se irán dando a fin de que quienes se encuentren más alejados del cauce también se vean favorecidos con esta obra”, significó el titular de la UPCA, quien fue acompañado por el diputado provincial Juan Ignacio Calderón e intendentes de la zona.
Comentó –asimismo- que “el proyecto ejecutivo de La Salada se encuentra en un proceso de readecuaciones, incluso a pedido de los mismos productores, a fin de optimizar su utilidad y que la zona de afectación sea la mínima posible”.
Sostuvo que “existe un detallado estudio y sabremos cómo afectará a cada uno de los 19 productores de la región, y hablaremos con cada uno de ellos, ya que existe una decisión del Gobernador de que la solución que tengan debe indefectiblemente debe dejarlos en mejores condiciones que las actuales, por lo que cada caso debe ser analizado de manera individual”.
Silva subrayó que “los beneficiados directos de toda esta gran obra serán más de 60 mil personas, y de manera indirecta superarán las cien mil; es que los beneficios de todo esto llegarán hasta Clorinda incluso, aunque fundamentalmente los grandes favorecidos serán los pequeños productores, quienes a través del uso del agua podrán aumentar y diversificar sus producciones”.
Finalmente, anticipó que similares reuniones se irán haciendo en todas las localidades de la zona, insistiendo en marcar “lo enriquecedor de estos encuentros”.
Por su parte, el técnico de la UPCA, Walter Maldonado, subrayó el “efecto multiplicador muy importante, tanto en lo económico como en lo social” que implica esta serie de obras comprendidas en sistemas hídricos en regiones con alto potencial productivo. “Son más de tres mil los productores en la zona de influencia inmediata, lo que da una magnitud del alto impacto que tiene la obra”, graficó.
“Al sistema, si lo comparamos de manera figurativa con una mesa, podemos decir que le está faltando una pata, que es el complejo hídrico de la laguna La Salada y las tres presas que restan para unir al riacho El Porteño con el riacho He Hé”, clarificó, confiando en que de manera progresiva éstos estarán ejecutándose.
Producción
Una de las interesantes producciones radicadas en la zona de El Espinillo es la de papas, en realidad papines, ya que se trata de tubérculos de pequeñas dimensiones, una suerte de bombón, que es lo que finalmente se industrializa a partir de haberla cosechado.
Horacio Corvalán, encargado del lugar, indicó que justamente el cultivo de papas es el fuerte, aunque además incluyeron experiencias de ankos y sandías, en una fase inicial de nueve hectáreas, las cuales tienen cubiertas con un importante sistema de riego por goteo, que justamente es abastecido de agua desde el riacho El Porteño donde tienen instalado un equipo de bombeo de 3 HP y todo el sistema de filtros.
“Por supuesto que las mangueras están divididas y disponen de válvulas para regar lo necesario a cada cultivo, por ejemplo, la papa no requiere de mucha agua, a diferencia de otras especies; incluso sirve para aplicar los insecticidas, es decir, no tenemos necesidad de andar cargando una mochila”, explica.
Subraya que “en otras épocas esto no hubiera sido posible con un riacho sin agua, por lo que este caudal importante que se mantiene es factor determinante para que cultivos como éstos puedan prosperar”.
Comenta que “somos los únicos que estamos haciendo este cultivo de estas papas chicas en el país, y ahora vinimos a probar cómo anda en Formosa, y realmente -pese a las copiosas lluvias de este año- marchó muy bien, con lo cual en una época de menos precipitaciones tendremos seguramente excelentes resultados”. |
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