Decenas de hogares sufrieron el trastorno de no contar con el servicio de agua corriente entre la tarde del martes y gran parte de ayer, a raíz del bloqueo realizado por el municipio sobre varios pozos acuíferos donde el líquido suministrado a la población poseía mayores niveles de arsénico que el permitido.
La peor parte la llevaron las familias que habitan la zona comprendida por avenida Rivadavia, entre avenida Libertad y Ruta Nacional 188, sector que en muchos casos convivió con canillas secas durante casi 24 horas y se constituyó en un problema para los quehaceres domésticos y el aseo personal.
Otros puntos de la ciudad, como Villa Belgrano, Villa Talleres y aledaños, vieron menguado el abastecimiento, aunque en los domicilios no debieron sortear complicaciones mayores para cumplir con su rutina.
No obstante, sea cual fuere la situación particular que estuvieran viviendo por esta irregularidad, fueron numerosos los llamados de vecinos a La Verdad manifestando su reclamo por la falta de agua y reclamando que alguien saliera a dar una certeza del momento en que se iba a solucionar el problema.
Receptoras de las mismas inquietudes fueron las sociedades de fomento. Gastón Cangialosi, presidente de la comisión que representa al barrio Libertad, habló en primera persona sobre los perjuicios que le ocasionó la falta de provisión y transmitió el malestar de gran parte de la vecindad que habita esa porción del territorio juninense.
Por un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires que la obliga a bajar los niveles de arsénico en el agua de red (lo máximo permitido es 0,05 miligramos por litro), el municipio sacó de funcionamiento varios pozos de bombeo y bajó la presión para las viviendas.
Darío Abastante, titular fomentista de Villa Belgrano, manifestó su desacuerdo con el modo abrupto en que la comuna decidió implementar esta medida. “Hace rato que sabían que el arsénico está excedido, ahora porque los apuraron quieren hacer todo de una vez y queda un montón de gente en el medio, como presa, sin agua”, expresó el dirigente.
Sobre el mediodía de ayer, el jefe de prensa municipal, Javier Gabrielli, salió a poner tranquilidad y anunció que para la primera hora de la tarde la cuestión se iba a regularizar, en términos relativos, en los lugares más afectados.
Gabrielli explicó que la mayor cantidad de pozos que se sacaron de servicio está ubicada justamente en la franja de territorio que se vio más perjudicada, por lo que para retomar el suministro “se están realizando maniobras en las cañerías con el resto de los pozos que continúan en funcionamiento, para ir abasteciendo a toda la zona más complicada”.
Eran más de las 13 cuando Gabrielli adelantó que de no mediar “nada extraordinario” en “una hora y media o dos horas más tendrían que recibir una cantidad de agua no normal pero sí superior al que tuvieron hoy y ayer (por el martes)”.
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