Cerca de las 11 de la mañana de ayer, el helicóptero del Gobierno de la Provincia de Santa Fe descendió en las canchas de la escuelita de fútbol del club 9 de Julio, para que el gobernador, Hermes Binner, junto con los ministros de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti; y de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, comprueben el avance de la obra del Canal Norte, a la altura de la calle 27 de Septiembre y la Ruta 34, en el barrio Luis Fasoli.
Fue breve la visita, pero sirvió para que haya un nuevo y reiterado reclamo por la obra de cloacas, con los vecinos, así como con el Intendente.
Antes de iniciarse la polémica, el Gobernador recibió las explicaciones del avance de obra que deberá continuar al otro lado de la ruta, para internarse en el área rural con más de 20 kilómetros para cumplir con el desagüe de oeste a este de la zona más baja de la ciudad. "Esta es una obra fundamental para la ciudad de Rafaela, son obras que luego quedan tapadas y se dejan de ver, pero que se notan cuando son necesarias y no están hechas", señaló Binner, recordando que si bien esta cimentación se genera para tiempos de copiosas lluvias e inundaciones, también el Gobierno santafesino trabaja para tiempos de sequía como los actuales con la apertura de corrales para ganado en situación de riesgo en el norte provincial. Sobre las lagunas de retardo, que completarían el diagrama del Canal Norte, el Mandatario reconoció haber recibido el miércoles los resultados del estudio de impacto ambiental, sobre lo que deberá realizar un análisis y teniendo en cuenta los plazos dispuestos para la definición de los trabajos "nos vamos a expedir porque la idea nuestra es hacer esa obra, como estamos haciendo esta de cloacas que es una obra de 22 millones de pesos, que no la hemos parado, que la hemos seguido porque sabemos de su importancia". Pero Rafaela paga caro estar adelantada en el saneamiento, porque como él mismo lo esgrime, "es la ciudad que más servicio de cloacas tiene en relación con la cobertura de habitantes", entonces cita los malos ejemplos de Santa Fe y Rosario, que vuelcan las aguas sin tratamiento al río, lo que consideró "inaceptable", mientras que el propio Binner durante su gestión como intendente de Rosario no tuvo relevantes avances, e incluso hoy la administración Lifschitz aguarda un préstamo del Banco Mundial que articula la Provincia para poder resolver esta grave problemática en salubridad.
Como desde el inicio de su gestión, las cloacas captan la atención de cada visita y en esta oportunidad Binner reiteró que "están todas en marcha las obras en la ciudad, no al ritmo que nosotros desearíamos, porque estamos frenados por el déficit en la incorporación de recursos al erario público", a lo cual añadió específicamente que "la obra se está haciendo y nosotros estamos cumpliendo con todos los trabajos, obviamente que quisiera mayor celeridad, pero lamentablemente no es una falta de voluntad nuestra, sino que es una situación presupuestaria que estamos contando todos los días para seguir avanzando, no hay ninguna obra parada en la provincia de Santa Fe". Esto que esgrime Binner se genera a partir de la eclosión de la crisis nacional e internacional, que llegó mucho después que se comenzaran a retacear los recursos para ir cancelando la deuda con las empresas adjudicatarias, que con cada día que pasa aumentan más el monto total, añadiendo a este punto que la partida dispuesta de más de cuatro millones de pesos, fue redirigida y el próximo pago será muy inferior a lo prometido, una vez más.
CHARLAS ACALORADAS
Binner escuchó el pedido de los vecinos frentistas sobre los daños que dejó a su paso la maquinaria de excavación, lo cual fue recibido por el ministro Ciancio, siguiendo el reclamo directo de los presidentes de las vecinales de los barrios Martín Fierro y Güemes, sobre la fecha de finalización de los trabajos que permitan brindar tranquilidad a los habitantes del cordón oeste de la ciudad. Aunque el secretario del Gobernador se mostró disconforme con que el periodismo escuche la charla, ejerciendo las libertades correspondientes reproducimos algunos tramos del intercambio de palabras que terminó con la notoria tensión del Ministro del área. Según explicó Binner, la obra de cloacas "nunca tuvo presupuesto y nunca tuvo fecha, entonces como a veces decimos son cosas que cuando nacen mal no se pueden terminar", en tanto "nosotros hemos ïsobrecumplidoï con el presupuesto aprobado", pero si bien el Gobernador indica que no se sabe cuanto va a terminar costando, es por la lógica de la actualización de cotizaciones si se tiene en cuenta la inflación que rige sobre los materiales utilizados, entre otras variables. Binner no pudo afirmar si los trabajos se concluirán en 2010 o en 2011, aunque "se va a hacer". Allí intervino Ciancio apuntando que "a esta obra le faltan aproximadamente diez millones de pesos; y llevamos invertidos 20 millones, con lo que se va un poco lejos lo que eran los 22 millones que se pensaban en un primer momento", incluyendo en esa cifra los ocho millones que ya había abonado la gestión Obeid que inició los trabajos de esta que "no es una obrita de dos pesos", advirtiendo la carga de voluntad que conlleva, para luego apartarse con gesto adusto de la ronda de conversación que se armó espontáneamente.
Breve fue la visita de la comitiva provincial y las dos cuadras a pie que recorrieron de regreso al helicóptero Omar Perotti junto a Hermes Binner reeditaron el tenor de conversación que en mayo de 2008 se había dado en la Escuela Rivadavia, cuando empezaba el recorte de partidas monetarias para las cloacas. No fue la despedida más propicia, ya que el Gobernador deslizó "no me lo vas a sacar con presión" al dinero esperado, teniendo en cuenta que desde la Provincia se sospecha del manejo del reclamo vecinal por parte de la Municipalidad, sin embargo con una simple charla con algún vecino del sector en obras, es fácil percibir que lo que dicen los titulares de las comisiones de los barrios pendientes es real. Ya habían empezado a girar las aspas del transporte aéreo cuando las notorias gesticulaciones continuaban, para dar paso a una saludo cortante entre Binner y Perotti que añade un nuevo capítulo a esta relación distante propuesta por la antinomia política que rige entre la ciudad y la Provincia.
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