Preocupados por los constantes hechos delictivos y el avance de focos infecciosos, a raíz de la contaminación del arroyo, vecinos comprendidos en la Vecinal San José de Puerto Nuevo se vienen reuniendo con el propósito de encontrar soluciones.
Puntualmente, estas personas habitan en la zona comprendida por calles Güemes, Laurencena, Moreno, Bolívar y De la Latorre y Vera.
“Básicamente, los vecinos coincidimos en que la inseguridad, el abandono y la falta de mantenimiento que hay en el barrio vuelven indignas nuestras vidas”, comenzó narrando Mariano López a esta Hoja.
“Nos dimos cuenta que esta zona es una entrada y salida a la ciudad de Paraná y el aspecto y entorno ambiental no son dignos para vivir”.
A este lugar, situado a unos 400 metros del río, en la zona de la Costanera, lo bordea el arroyo La Santiagueña; “hoy convertido en un foco infeccioso enorme, debido a la gran cantidad de basura que se arroja y la consecuente falta de saneamiento”, subrayó el vecino consultado.
“Son muchas las enfermedades que se pueden transmitir, y a esto hay que sumarle que todos los días, y en cualquier momento, se producen pequeños incendios de basura, lo que es altamente contaminante”, señaló. “El barrio es un caos”, opinó luego.
Los vecinos entienden que esta realidad se debe, en gran medida, a un “abandono por parte de los organismos que tienen que ocuparse de limpiar y de darnos seguridad”. Al tiempo que son conscientes de que cada tema es diferente e implica una multiplicidad de causas.
Son 60 los vecinos que firmaron la primera acta de asamblea. No obstante, están recolectando firmas en planillas que están recorriendo el barrio.
“Estamos tratando de ser un nexo entre el municipio y los vecinos. Queremos un barrio ordenado y seguro”, indicó López.
RECLAMO AMBIENTAL.
Para formalizar el reclamo ante la Municipalidad, estos vecinos recabaron información sobre todas las quejas individuales que se hicieron en el ámbito comunal con expedientes y que no tuvieron respuestas favorables. “Todo ese material lo tenemos archivado”.
En este sentido, la semana pasada elevaron un escrito que quedó registrado en mesa de entradas de la Comuna, solicitando que se tomen cartas en el asunto “para que cuando llegue la etapa estival el canal este limpio, ya que es un foco infeccioso y generador del dengue”, apuntó Mariano López. “De calle Güemes al arroyo hay 20 metros y las condiciones infecto contagiosas son enormes”, graficó.
Asimismo, hizo hincapié en la incineración diaria de basura. “Pretendemos organizar al vecindario y ver de qué manera el municipio puede evitar que muchas de las personas que se trasladan en carros quemen la basura. Es desagradable, el olor es insoportable”, enfatizó.
“Los vecinos sentimos que tocamos fondo, y las respuestas del Municipio siguen sin llegar”.
INSEGURIDAD.
Quienes hace tiempo viven en este sector de Paraná cuentan con asombro y mucho temor cómo han cambiado sus vidas, a partir de los hechos de inseguridad que se repiten en el lugar.
“En esta zona hay muchos robos que no son denunciados en la comisaría, por lo que no pueden actuar los policías. Hay una cifra muy importante de delitos no denunciados, tales como arrebatos, delitos contra la propiedad, y hasta violaciones a la salida de los locales bailables, los fines de semana”, aseguró el entrevistado.
En consonancia con lo expuesto, contó que hay dos casos puntuales de violaciones que no fueron denunciados “porque son delitos difíciles para que las víctimas se animen a denunciar”.
De igual manera, una de las vecinas que participa de las reuniones que concretan los sábados, precisó que fue víctima de un arrebato, del que resultó herida y con fracturas expuestas.
“Salimos a la calle y miramos para todos lados”, denunció.
Empero, los vecinos están trabajando en conjunto con el personal de la comisaría 8ª. “Nos están brindando más personal de la división canina, que está apostada durante toda la noche y a la mañana, y que antes no había”. De igual modo, con el jefe departamental “estamos tratando de lograr un compromiso, pero no nos puede dar certezas porque es una cuestión de recursos”. También están intentando gestionar, a través de otras autoridades, que la comisaría pueda contar con más elementos, “porque entendemos, y estamos convencidos, de que los recursos son pocos y además están mal administrados”, reflexionó.
“Vivimos en una sensación constante de inseguridad. La comisaría quedó muy chica para esta zona que es caliente, debido a que los delitos son a cada minuto, de día y de noche. Nos sentimos muy desprotegidos y queremos revertir esta realidad”, dijo finalmente. |
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