La finalidad es presentar el informe en una próxima sesión de la Legislatura provincial. Todavía está en proceso el examen de los datos.
Hace algunos días, el delegado de esa cartera, Omar Fernández, se reunió con los diputados Eugenio Quiroga y Rubén Contreras, de Caleta Olivia; Ana María Urricelqui de Jaramillo y Horacio Miguel de Pico Truncado.
Los legisladores se mostraron preocupados por la posible contaminación del acuífero Patagoniano, uno de los más caudalosos y más antiguos de la Argentina.
Es esta subsecretaría la que se encarga del monitoreo permanente del uso del agua por parte de las operadoras. Por eso ha avanzado en un proyecto para que sea aquella quien esté a cargo definitivamente de la inspección, aunque formalmente le corresponde a Recursos Hídricos, dependiente del Consejo Agrario Provincial.
“En la práctica lo hacemos nosotros al control”, dijo Fernández, recordando que cuando las operadoras hacen abandono de pozos, se hacen punzados en la zona cercana para ver si existen pérdidas.
El funcionario reconoció que hubo detección de roturas de cañerías o pérdidas de hermeticidad y que afectaron al Patagoniano. Más precisamente se observaron 100 sitios contaminados.
CLAUSURAS
Desde el año 2006 “se realizan pruebas de hermeticidad a más de dos mil pozos inyectores” de los cuales “clausuramos 900 pozos” por no cumplir con los requisitos de seguridad.
“Una vez que intervienen los equipos de work over para poder rehabilitar esos pozos, medimos todo, los perfiles, la reparación y se hace otra prueba de hermeticidad, y si da bien, se habilita”, explicó.
En cuanto al proyecto del diputado Contreras que implica dar un año de plazo a las operadoras para que busquen fuentes alternativas de agua, el delegado medioambiental consideró que “no se tiene que captar agua dulce para recuperación secundaria”.
Incluso su propuesta es que desde los pozos que hay se debería perforar más para encontrar acuíferos de agua salobre, que no son aptas para el consumo humano, para que las compañías la utilicen.
De todos modos, dijo que “la mayoría de las operadoras no están sacando agua dulce, salvo YPF en la zona de Aguada Norte, y en las tomas del Senguer. Pero en estas últimas, se bajó a 1.800 metros cúbicos por día, cuando en años anteriores sacaban cerca de 30 mil metros cúbicos diarios”.
Recordó que el agua para recuperación secundaria proviene de “circuitos cerrados” dentro de los yacimientos, aunque a las empresas cuando les falta recurren a alguna toma de agua dulce.
FUENTES ALTERNATIVAS
Le pareció muy positivo que se les exija a las operadoras que busquen fuentes alternativas, “como ya lo dictaminaba (desde 1992) la resolución 105 de la Secretaría de Energía de la Nación”.
Justamente, un artículo de esa resolución indica que “el operador deberá usar preferentemente la misma agua de producción y una vez tratada, reinyectarla al estrato de proveniencia, siempre que el yacimiento no tenga un empuje natural de agua de formación.
Sin embargo, y en función de la comercialidad de la explotación petrolífera, el operador podrá usar agua dulce subterránea siempre y cuando esta supere el valor promedio de sales disueltas de la cuenca hídrica subterránea donde se perforen los pozos de agua”. |
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