El calor agobiante del viernes pasado se sintió mucho más en el barrio San Carlos, un complejo del ex Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) ubicado a la altura de Celso Barros al 3000, al sur de la ciudad de Córdoba. Las temperaturas potenciaron el olor que despiden los efluentes cloacales que corren desde hace tiempo por los desagües que serpentean entre los edificios.
El viento, en cambio, resultó un bálsamo, ya que permitió que los vecinos al menos pudieran respirar mientras denuncian sus padecimientos a La Voz del Interior.
El problema es que las cañerías que conectan los departamentos a la red cloacal son muy estrechos, y se obstruyen con frecuencia. Al taparse, inundan las viviendas de la planta baja del complejo, mientras que en el parque se forman enormes lagunas de efluentes.
Las cañerías no reciben mantenimiento alguno y son los propios vecinos quienes deben contratar a alguna empresa privada para que desobstruya la red o, en el peor de los casos, realizar esa tarea ellos mismos.
Además, algunos habitantes del barrio no colaboran con la situación, ya que arrojan todo tipo de elementos a las cañerías, provocando más taponamientos.
Esos desbordes son muy frecuentes y suceden, según los vecinos, desde el momento mismo en que se inauguró el complejo, hace poco más de una década.
Para evitar que se obstruyan las cloacas, algunos residentes optaron por realizar una descarga a los desagües pluviales que rodean los edificios. Como resultado, los fluidos corren por esos desagües impregnando de mal olor toda la zona.
Los líquidos además están provocando filtraciones hacia los cimientos de las construcciones. Eso preocupa a los vecinos que temen que sus casas se rajen y se desmoronen. Ese temor está justificado porque, en algunas torres, el piso está cediendo y hay hundimientos evidentes.
Pero lo más grave es el riesgo sanitario que eso implica: en el complejo vive más de un centenar de familias, muchas de ellas con niños, que quedan expuestas a enfermedades gastrointestinales, como hepatitis y el síndrome urémico hemolítico.
Los vecinos aseguraron que se han cansado de elevar reclamos a la Provincia para que solucione la situación de la red cloacal. La falta de respuesta es evidente: los líquidos siguen fluyendo, poniendo en riesgo a todos los habitantes del lugar.
Barrio "inexistente". El complejo del IPV está ubicado a la altura de calle Celso Barros al 3000. Los vecinos lo consideran un barrio, sin embargo, en los papeles no existe.
"Nosotros no existimos para nadie. El barrio no tiene planos, pese a que los construyó la Provincia", sostuvo Marta Beaz, residente del lugar.
Eso provoca una serie de impedimentos, como por ejemplo, el mantenimiento de la problemática red cloacal por parte de la Municipalidad. "Los llamamos, y como no existimos como barrio y no estamos en su jurisdicción, directamente no vienen", agregó la mujer.
Además, la falta de planos impide la escrituración de las viviendas. Por ese motivo, no creen que el reciente plan de regularización dominial anunciado por la Municipalidad les permita realmente obtener sus escrituras.
Los vecinos piden una solución integral a sus problemas, para que dejen de ser un barrio "fantasma" sin servicios. Para ello, exigen que la Provincia cumpla con todo lo que impide regularizar su situación.
Piden soluciones
Marta Beaz. "Nos tiene cansados el problema de las cloacas. Todos los días hay que vivir con el mal olor constante y los riesgos de enfermedades. Las cloacas se hicieron mal, se pusieron caños que se obstruyen fácilmente. La Provincia tiene que darnos una solución urgente".
Luisa Blanco. "Los líquidos inundan los departamentos de la planta baja. En mi casa, por ejemplo, salían por la cañería del lavarropas y casi me arruinan los muebles. Pero lo más grave es que se están produciendo filtraciones, y en mi departamento ya hay un hundimiento".
Haydée Cabral. "Con los calores de estos días tuvimos que estar con las ventanas cerradas por el olor que venía desde afuera. Pero esos no son los únicos problemas del barrio: hay mucha inseguridad porque no se ven policías y porque las lámparas del alumbrado hace rato que no las reparan".
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