“Desde septiembre de 2007, el Ministerio de Salud de la Nación no entrega las sales de flúor a la provincia, que necesita unas 300 toneladas anuales, de manera sostenida para que dé efecto en la salud bucal. Año o año y medio no era grave que estuviera suspendida la provisión, en términos preventivos y de efectividad, pero ahora se está haciendo muy largo”, denunció la Dra. Andrea Obregón, directora de Odontología de la provincia.
No es la primera vez que la funcionaria -quien asumió en marzo del año pasado- advierte esta falencia a las autoridades sanitarias nacionales, exigiendo el cumplimiento de una ley nacional que data de 1975, que promueve la fluoración del agua de red en las provincias, pero que establece que la provisión del insumo esté a cargo de la Nación. Sin embargo, la respuesta no llega y “los santafesinos que vivimos en las tres ciudades que tienen este servicio (Santa Fe, Rosario y Reconquista), comenzaremos a vernos perjudicados en salud bucal, señaló.
“La fluoración del agua es una verdadera acción de salud pública, ya que le llega a toda la población que abre una canilla de agua de red”, resumió la funcionaria en relación con los beneficios de este procedimiento. Y justificó: “Un estudio de vigilancia epidemiológica que hizo la Universidad Nacional de Rosario (que tomó en consideración más de 5.100 niños de entre 7 y 13 años, de esa ciudad, entre 1994 y 2001), muestra claramente y prueba cómo aumentan los niños libres de caries con esta medida”.
En este sentido, reseñó que “la ciudad de Santa Fe fue una de las primeras del país en fluorar sus aguas, en 1969, aunque con períodos de carencias. Se había dado un período regular, entre 2000 y 2007, que sólo se interrumpió un año. Pero en septiembre de 2007 dejaron de mandar y éstas las tuvo que gestionar el Departamento de Salud Bucal de Salud de la Nación. De esta manera, la provisión de las sales está sujeta a un programa de fluoración. Pero el cumplimiento de una ley no puede estar sujeto al funcionamiento de un programa”.
Asimismo, agregó que “cuando ingresé a la dirección continué la lucha del funcionario anterior en este sentido. Me dijeron que la licitación estaba por salir pero después que había caído. Por este motivo, hablé con el ministro Cappiello para plantearle mi inquietud y le pedí que presentara este reclamo en el Cofesa. Fue en octubre del año pasado y al planteo adhirieron muchos otros ministros. Sin embargo, el tema sigue trabado y ahora nos dicen que se perdió el crédito de la licitación porque no se había efectivizado”.
Nuevo reclamo
A falta de respuesta, la directora de Odontología de la provincia se reunió la semana pasada con autoridades del Colegio de Odontólogos, el Círculo Odontológico, funcionarios de la Secretaría de Salud de Santa Fe y de Reconquista para que adhieran a un nuevo pedido que se hará al nuevo ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur.
En este punto, Obregón admitió que “tengo entendido que la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados también envió un reclamo a Nación por este tema”, pero tampoco se normaliza la provisión de las sales de flúor.
Por último, agregó que “si la provincia tuviese la plata, ya habríamos comprado las sales, pero significa un millón de pesos al año pasado, que no están presupuestados. Si lo ves en términos de costo-efectividad no es nada, porque el beneficio es para 1.600.000 personas, e impacta sobre su salud bucal. Pero al no estar presupuestado no podemos comprarlo y por eso tratamos de buscar que las sales las otorgue la Nación”, como lo establece la ley vigente.
Acciones en la comunidad
La directora de Odontología aseguró que -entre otros temas que la ocupan- se está trabajando para atender integralmente a los pacientes discapacitados y a los niños con paladar fisurado y labio leporino. “Como detecté dificultades en la atención de los pacientes discapacitados, por nodo armamos un equipo soporte de discapacidad y salud bucal, formado por profesionales y gente de discapacidad y odontólogos que atienden siempre discapacitados que puedan orientar a sus propios colegas”, planteó.
Asimismo, adelantó que “en Santa Fe (en el Hospital de Niños) y en Rafaela (el hospital Jaime Ferré) existen los dos únicos equipos interdisciplinarios que trabajan la problemática del niño con paladar fisurado y labio leporino. La idea es estar formando estos equipos también en los nodos y poder financiar todo el tratamiento, para no perder los pacientes. Las intervenciones quirúrgicas se hacen pero sostener en el tiempo el tratamiento, como el fonoaudiológico u odontológico, se hace complicado”.
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