Pese a la llegada de la tormenta de Santa Rosa, que prometía irrumpir con abundantes lluvias, en el campo siguen aguardando ese ansiado alivio. Ayer hubo precipitaciones muy dispares en el este y parte del nordeste bonaerense, sur de Entre ríos y sur de Santa Fe, pero fueron insuficientes y otras regiones no recibieron una sola gota, como Córdoba y el oeste y extremo sur de Buenos Aires. En varias zonas la sequía no se cortó; en otras está comprometido el estado del trigo, como en Córdoba, y hay temor a un retraso en la siembra de maíz, cuya temporada de implantación está comenzando.
"En general, las lluvias no cubrieron las zonas afectadas por la sequía en el centro pampeano. El núcleo más grande de precipitaciones estuvo en torno de la bahía de Samborombón, con 15 a 20 milímetros", señaló César Rebella, director del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Castelar. Por su parte, Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, comentó: "Fue muy poco lo que llovió; la tormenta todavía está en marcha".
Al margen de los magros milímetros, según los especialistas, el arribo de estas precipitaciones marca un cambio de tendencia que se consolidaría a partir de mañana y pasado con lluvias más importantes. Igual, sería un alivio a medias porque recién a fines de septiembre las precipitaciones tendrían mayor intensidad. Hay expertos que afirman que de ocurrir ese escenario el clima beneficiaría mayoritariamente a la siembra de soja, ya que su implantación empieza en octubre y tiene una ventana de siembra más amplia que el maíz. "Climáticamente es un año más favorable a la soja", dijo Rebella.
"Estas lluvias (por las de ayer) son un clic en el clima que puede indicar que haya un ciclo con mejores precipitaciones para la primavera. Estamos yendo hacia un fenómeno Niño (lo que significa la reactivación de un ciclo húmedo). El miércoles (por mañana) vuelve a ingresar un frente con probables lluvias en el sur de Buenos Aires, sobre Sierra de la Ventana, y un poco en el oeste de Buenos Aires", indicó el especialista del Instituto de Clima y Agua.
De aquí al jueves también podría haber precipitaciones en el centro-norte bonaerense. "Hay que esperar hasta el viernes", indicó el especialista de INTA. Según Rebella, hasta ese día podrían acumularse 40 milímetros.
Sierra coincidió con el diagnóstico. "Hay un cambio de tendencia, con un principio de mejoramiento y vamos hacia El Niño. El miércoles y jueves llegaría el foco principal (de lluvias) y sería bastante general", expresó. Un informe de Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario, se pronunció en igual sentido que Rebella y Sierra. "El nuevo pulso hídrico para miércoles y jueves de esta semana podría dejar en la pampa húmeda, incluyendo el oeste de Córdoba y La Pampa, algunos milimetrajes que no recibieron durante el invierno", señala el informe. De ocurrir esto, favorecería al trigo, que comienza a tener una importante necesidad de agua.
Desazón
De todos modos, productores y técnicos de varias zonas informaron de las pobres lluvias registradas hasta ayer. "La tormenta pasó de largo y ya casi no se puede pensar en sembrar maíz", dijo Nicolás Marín Moreno, asesor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) Cañada Seca, de Santa Fe. Marín Moreno reportó 5 mm en Rufino y de cero a 2 mm en las cercanías. Según Carlos Peñafort, coordinador de grupos CREA de la zona Centro de la entidad, en Río Cuarto no llovió nada y hay incendios imparables sobre campos enteros. "Hay tanta desesperación en los pueblos que los curas piden ayuda de Dios", dijo.
Según Guillermo Otamendi, gerente comercial de Agros Soluciones, en Buenos Aires hubo 2 mm en Pergamino y alrededores; 30 en General Belgrano; 20 mm en 25 de Mayo; 3 mm en 9 de Julio, entre otros lugares. No obstante, destacó que se siguen necesitando lluvias en el oeste bonaerense, entre otras zonas. Muchas regiones con problemas son aquellas cuya eliminación o rebaja de las retenciones fue vetada la semana pasada por la presidenta Cristina Kirchner.
La situación es crítica en varias regiones
En Córdoba, provincia que en los últimos días ha sido noticia por varios focos de incendios devastadores, ayer la falta de lluvias seguía haciéndose sentir para el campo. Sólo en el extremo nordeste se registraron algunas lloviznas. Por ejemplo, en Morteros se anotó nada más que un milímetro.
El fin de semana, Leonardo Serio, de la Fundación Climagro y la Facultad de Agronomía de la UBA, disertó en la Exposición Agroindustrial de Colonia Almada y dijo que para septiembre y octubre no había que alentar muchas expectativas de que se revierta la seca en territorio cordobés, pues las lluvias estarán por debajo de lo normal. La tendencia cambiaría en noviembre. Para ese mes, diciembre y enero las perspectivas son de buenos registros, por encima de lo normal. "No llovió nada", resumió Gabriel Martínez Soto, de Agros Soluciones en Córdoba.
"Dependemos de importantes precipitaciones", agregó. En Santa Fe, las precipitaciones fueron escasas en el centro norte de esa provincia. De hecho, en el extremo norte, donde la sequía es más fuerte, las precipitaciones no superaron los cinco milímetros, de promedio.
"Las lluvias fueron insuficientes; se necesitan para el trigo, aunque las hectáreas sembradas no son muchas", comentó Hugo Tupen, director de logística y aprovisionamiento de la firma Red Surcos.
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