El Instituto Nacional del Agua fue creado en el año 1973, con el propósito de continuar las tareas iniciadas por el Instituto Nacional de Ciencia y Técnica Hídricas (INCYTH). Su presidente, Raúl Lopardo, fue entrevistado en forma exclusiva para PROGRAMA INFOAGUA.
-¿Cuáles son las funciones del INA y cómo se articula el trabajo con la Subsecretaría de Recursos Hídricos?
-El Instituto Nacional del Agua es un organismo descentralizado dependiente de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y nuestra misión fundamental es colaborar con investigación, con servicios, con desarrollos y con otro tipo de actividades de capacitación inclusive con los tres poderes públicos. La Subsecretaría de Recursos Hídricos fija las políticas. El INA no fija ninguna política hídrica nacional, INA es un organismo técnico que permite desplegar proyectos de investigación, de desarrollo tecnológico y de servicios que estén enmarcados dentro del plan hídrico federal. También servimos a las entidades privadas que requieran de nuestras posibilidades de colaboración tanto a lo que se refiere al estudio de las condiciones físicas, químicas y económicas y legales del agua.
-De todos los diferentes campos que abarca el INA ¿Cuál es el que demanda más dedicación y por qué?
-No hay uno que demande mayor dedicación. Históricamente y tal vez porque fue el que dio origen a este predio fue el Laboratorio Nacional de Hidráulica Aplicada, que se transformó en el Laboratorio de Hidráulica del INA. Ese laboratorio se creó en 1969. El INA nace el 1973. El laboratorio es el más importante en cuanto a su superficie cubierta, volumen de bombeo y algunas otras características de América Latina, de modo que ese tiene un gran reconocimiento. Pero tenemos también una muy importante actividad en lo que es calidad del agua, y una actividad sustantiva en lo que es la hidrología. La hidrología se desarrolla tanto en nuestra sede como en los centros regionales del INA que se dedican a la hidrología superficial algunos, y como el caso de San Juan específicamente, el CRAS es el Centro Regional de Aguas Subterráneas, o sea que se dedica a la hidrología de aguas subterráneas. Y también, en menor medida riego y drenaje, que tenemos un centro que tiene esa capacidad. Economía, Legislación y Administración del agua en Mendoza, que ha sido prácticamente uno de los centros fundadores del nuestro instituto junto con el Laboratorio. Y una actividad muy seria y muy difícil y que probablemente es la que tiene más reconocimiento internamente en la Argentina ha sido el sistema de alerta, que es el sistema de alerta de la Cuenca del Plata, pero también tenemos el sistema de alerta en Córdoba y en Mendoza, que están funcionando.
-¿En qué consiste el Sistema de Alerta Hidrológico?
-Es un sistema de alerta para definir con anticipación la llegada de ciertos fenómenos como son las crecidas y como son las bajantes. En el río Paraná o en el río Uruguay, nosotros podemos definir con anticipación la llegada de cierta cota de agua a un determinado lugar con una anticipación razonable, con 20 días de tiempo en Santa Fe, con 15 días en Goya, y con 10 días en Corrientes. Uno acierta razonablemente salvo que existan lluvias locales muy intensas que no se puedan predecir con el sistema de alerta que viene desde Brasil. Esa es una actividad muy intensa del INA. Todo el mundo piensa que cuando no hay crecidas no hay trabajo, y no es así, porque cuando hay bajantes ya no son los intendentes o las provincias los interesados, si son los de los barcos que quieren saber a qué cota van a llegar las aguas para poder pasar por los pasos difíciles que tiene el río Paraná por ejemplo cuando hay bajantes. De modo que tenemos un alerta de crecidas y un alerta de bajantes.
-¿A qué se deben los cambios en los regímenes hidrológicos de las cuencas hídricas?
-A muy variadas razones. Las más factibles son a razones de carácter natural. Si uno hace el análisis de las variaciones que ha tenido nuestro planeta a lo largo de millones de años uno se va a dar cuenta que aún dentro de tiempos históricos ha habido cambios muy importantes en los regímenes de las cuencas. Tiempos históricos significan para América tiempos muy breves porque no tenemos muchas documentaciones de antes del siglo XVI. Pero también hay cambios muy grandes que produce el hombre. El efecto del hombre es muy grave para los regímenes de los ríos. De hecho la regulación que produce el hombre para sus necesidades y que ha empezado desde épocas del Antiguo Testamento. Con el tiempo, las obras que se han hecho, han sido cada vez de mayor envergadura. Todas tienen inexorablemente impacto, el impacto es inevitable. Algunas tienen impacto positivo, y otras tienen impacto negativo sobre el régimen de los ríos.
-Hace unos días se realizó en Santa Fe un taller sobre cambio climático y obras hidráulicas ¿Qué recomendaciones daría en líneas generales en la planificación de obras hídricas, dada la coyuntura de un clima cambiante?
-Lo que le puedo dar como opinión personal que creo que debemos ser cada vez más exigentes con la calidad de los estudios que hacemos. Esa calidad de estudio requiere mejores mediciones, requiere poner el esfuerzo en la red hidrológica nacional, requiere que nos pongamos muy serios con mejorar el equipamiento. Si nosotros realmente pensamos que tenemos que hacer nuevas obras y lo que las vayan a hacer dentro de un tiempo, necesitamos tener mayor información de lo que está pasando hoy.
-¿Considera que en la Argentina se toman las medidas adecuadas para adaptarse a las contingencias climáticas?
-Estamos haciendo un esfuerzo con la nueva red hidrológica y con un nuevo plan de radares que desarrolla la Subsecretaría de Recursos Hídricos, y esas cosas favorecen muchísimo a tener información. Yo hago particularmente una distinción que es el criterio de ingeniería. Esto no es solamente un tema de los meteorólogos, los físicos, los necesitamos a todos para conocer el mecanismo, los valores, las mediciones; pero después hay una cuestión que es primero para qué es la crecida máxima que voy a calcular. No es lo mismo la crecida máxima que yo tengo que calcular para una obra de 120 metros de altura que está en un río encajonado, que aguas abajo tiene una población de un millón de habitantes, que la crecida máxima que tengo que calcular para evitar o para hacer una obra de protección de una torre de alta tensión que está en un lugar determinado y si se cae a lo sumo se queda la gente sin energía eléctrica. Voy a tener que ser muy cuidadoso para elegir cual es mi crecida de diseño. Y eso tiene que ver con la información disponible. Yo no puedo ser mejor que la información que tengo, y la información que tengo la tengo que usar con racionalidad. Una obra hidráulica puede tener distintas crecidas de diseño para distintas partes. Otra cosa es la crecida de diseño que uno hace para definir la línea de rivera, para hacer planificación territorial. La crecida de diseño tiene valor en virtud de cuál es el motivo por el cuál yo la estoy haciendo, el objeto del cálculo.
-¿Con qué otros actores estratégicos del campo científico técnico interactúa el INA? ¿De qué manera?
-Ese es un tema muy interesante. Hemos llegado en este momento a una situación muy favorable en la cuál si bien el INA tiene la dependencia política de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, como todos los OCT (Organismos Científicos Tecnológicos) integra lo que se llama el CICYT, que es el Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología, donde todos los presidentes nos reuniones los primeros jueves de cada mes en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y allí compatibilizamos muchas actividades con el INTA, con la CONAE, con CONICET, con el Servicio de Hidrología Naval. También tenemos contacto con las universidades. En cada centro regional es muy común la acción conjunta. Nuestro Centro Regional de Litoral con la Universidad del Litoral y con Universidad Tecnológica Nacional sede Santa Fe, está haciendo trabajos conjuntos para analizar el proceso de inundaciones de la zona y demás. Tenemos contacto de la misma manera, con la Universidad de Córdoba, con la de La Plata. En Mendoza tenemos un trabajo muy aceitado con la Universidad Nacional de Cuyo. Formamos parte del grupo de capacitación que se llama ARCAPNET. El instituto fue socio fundador de este grupo de capacitación en recursos hídricos. También nos vinculamos con el Servicio Meteorológico Nacional con quién también tenemos una fuerte conexión, y con Gendarmería, trabajamos juntos en algunos proyectos. Por eso no solamente abarcamos el área científico tecnológica sino que a veces también necesitamos la colaboración de otras áreas.
-¿En qué consiste el Proyecto JICA-INA?
-El proyecto JICA-INA fue un proyecto muy importante que este año se termina. Tenemos el último curso que daría por finalizado el convenio. El convenio comenzó alrededor del año 2001 con el aporte del gobierno de Japón de dos millones y medio de dólares en equipamiento para un laboratorio de efluentes. Ese laboratorio se terminó en tiempo y forma. Por otro lado hemos llegado a tener maestrías de nuestra gente que estudió en Japón. A su regreso muchos de ellos se quedaron, otros se fueron como es habitual. Eso se dio al comienzo del proyecto. Terminado el proyecto tuvo una serie de acciones como participar en uno de los monitores de la Cuenca Matanza-Riachuelo, que nosotros participamos activamente. Tuvimos muy buenos asesores japoneses que vinieron acá. Uno de ellos fue Michio Kuriyagawa fue el primer científico japonés que fue designado miembro correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Argentina. Para el proyecto fue algo relevante. Después quedamos como una cuestión que el gobierno de Japón así exige, que nosotros le enseñemos algo de lo que nos dio Japón al resto de los países de América Latina. Entonces todos los años a partir de ese año, damos un curso para América Latina, en el cual JICA paga los pasajes y la estadía de la gente que viene y nosotros tenemos que hacernos cargo de todos los otros gastos, pero es parte del acuerdo en el que nosotros ponemos nuestros profesores y el equipo japonés para que ellos vengan acá y hagan un curso bastante prolongado que es de alto nivel.
-En su página web cuentan con cartillas educativas ¿Implementan alguna otra herramienta pedagógica o cuentan con algún programa de educación en lo que respecta al cuidado del agua?
-Con respecto al cuidado del agua, ese tema lo plantea muy bien AYSA, y nosotros no competimos con ellos. AYSA hace una labor permanente Nosotros estamos en otra línea que es tratar de llegar a la escuela primaria y a la escuela secundaria. El tema del cuidado del agua es para toda la sociedad, eso le tiene que llegar a todo el mundo, y nosotros tenemos que participar también de eso alentándolos. Por eso tenemos las cartillas que ha hecho AYSA. Nosotros lo que hacemos es colaborar con dos o tres proyectos más o menos importantes. Uno de ellos ha sido nuestra colaboración con el Programa HACE, que es Haciendo Ciencia en la Escuela, que organiza la Academia de Ciencias, que está a cargo de Norma Nudelman, que es una química. Ella tiene una gran habilidad para conseguir maestros que participen de cursos para maestros o para profesores del secundario. En eso hemos participado activamente, hemos dado nuestra sede, hemos elaborado algunos capítulos de trabajo, tenemos dos personas que colaboran activamente. Una de ellas es Clara Cabrera que esta a cargo del área de Capacitación. Ella también ha participado de proyectos que se han desarrollado fuera del INA.
Nosotros recibimos a las escuelas de El Jahuel, a las escuelas de Ezeiza. Dos veces por año organizamos que haya dos semanas en las cuales el INA esté prácticamente abierto. Yo doy unas charlas para los alumnos que vienen, que son chicos del primario, y para las maestras también a veces hemos hecho algo. Con respecto al tema de las maestras la Provincia de Buenos Aires me ha utilizado para llevar el tema del agua a los maestros desde el preescolar al secundario en unos eventos que desarrolló el año pasado para el sur de la provincia en San Bernardo, y para el norte de la provincia en San Nicolás. He ido con mi proyecto del agua en la Argentina como desafío. He tenido mucha suerte, porque los maestros se han enganchado muchísimo. Yo creo que una manera de que nosotros podamos colaborar es que entiendan la importancia de lo que es la experimentación en la enseñanza de las ciencias del agua. Nosotros creemos que el chico que va a la escuela primaria puede hacer con elementos muy precarios, experiencias que son realmente muy aleccionadoras. Nosotros pensamos que la maestra es un capital muy importante. Y lo más importante es la maestra en el preescolar.
La Argentina tiene dos cosas muy notables en el tema educativo, tiene excelente preescolar, y excelentes últimos años de la carrera universitaria. A los chicos cuando uno les despierta el interés, tienen interés. Y en nuestro campo el agua es transversal, uno puede hablar de geografía y hablar del agua, hablar de historia y hablar del agua, hablar de física y hablar del agua, o sea el agua está presente de alguna manera en la vida diaria, y si el maestro tiene un poquito de formación, hacerle llegar como esos conocimientos que son modestos, se le pueden transmitir al alumno.
Reflexión final
Queríamos dar a conocer que acá se ensayaron las válvulas para la ciudad de Nueva York para el año 2010, porque la tecnología que había acá no estaba en ningún otro lugar de América Latina. Nosotros hicimos el modelo de una de las setenta válvulas que tenían que colocar en Estados Unidos. Por otra parte, en términos de acciones notables para el exterior quería comentar que hay modelos que se han hecho acá que el consultor nunca vino, como el caso de Mitsubishi de Japón, que nos contrató para hacer obras en el Mar Caspio y en Indonesia en el Mar de Java, por un sistema básicamente de video grabación de los ensayos de modelo enviados a través de Internet. Y finalmente, acabamos de terminar un trabajo que ha sido muy interesante que es la numeración numérica de las esclusas del Canal de Panamá para los super-contenedores a la firma que ganó la licitación. Nosotros hicimos 4 modelos matemáticos de graduación cero, unidimensional, bidimensional y tridimensional. El bidimensional es desarrollado íntegramente acá en el instituto. Una cosa es tener el software, y otra el modelo matemático, el modelo matemático requiere mucha ingeniería.
Además quería dar a conocer por un lado que tenemos un trabajo muy importante de evaluación hídrica en la provincia de Catamarca, tanto de aguas subterráneas como superficiales. Es un trabajo sistemático que se viene desarrollando desde hace varios años; y por otro que todos los centros regionales tienen en este momento actividades muy importantes. Se actúa con el Matanza-Riachuelo, el Centro Regional Litoral con los problemas del área santafecina. En este momento en Córdoba estamos trabajando con los sistemas de alerta. El grupo de San Juan tiene el trabajo de Catamarca y de la misma provincia de San Juan. El Centro Regional Andino está trabajando parte también en Catamarca y parte también con riego, y riego en la zona más austral del mundo como lo es Tierra del Fuego; y el Centro de Economía y Legislación del Agua está trabajando con líneas de rivera, y dando cursos de capacitación a los organismos provinciales, que nos parece que en el futuro va a ser uno de los ejes a los que más nos vamos a tener que dedicar.
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