La escasez de agua potable en varios barrios del gran San Miguel del Tucumán y otras ciudades del Interior, es un añeja y agobiante problemática que aflige a los vecinos aún cuando faltan más de tres meses para que el verano se instale oficialmente en el hemisferio sur, condición que predispone un mayor consumo- y derroche- del fluido por parte de la población. Sin embargo, desde hace varias semanas, incontables tucumanos padecen la insuficiencia de este líquido vital para sus vidas y quehaceres cotidianos.
La inexacta y difusa respuesta oficial por parte de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), a los reiterados reclamos, es que se está trabajando en solucionar la situación. En su cotidiano contacto matutino con los medios de prensa, el gobernador José Alperovich, consultado sobre el tema, dijo que "Hoy tenemos el problema de que las napas se están secando y hace falta una lluvia, esperamos que empiece a llover pronto".
Además, aclaró que la producción agrícola no se ve afectada por la sequía. "No es momento, hoy, de siembra, por lo tanto no se está afectando al sistema productivo, para este sector todavía hay tiempo para que llueva, pero imagínese que hace cien días que no cae una gota en Tucumán" señaló.
Un tanto escueto en sus declaraciones, el primer mandatario hizo referencia al calvario que viven los habitantes de Tafí Viejo, quienes alzaron sus voces de protesta, en los últimos días, por la restricción en el servicio de agua potable que soportan en sus domicilios." Nosotros estamos trabajando en todo momento, sábado y domingo, para que hagan otros pozos, pero un poco lo que esta sucediendo en Tafi Viejo, también es eso, que las napas se están secando" argumentó Alperovich.
Consultado sobre cuál es el plan de contingencia en este sentido, sostuvo que "Trabajar, pero yo calculo que en los próximos diez días ya va a llover en Tucumán", pronosticó.
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