El Codema aprobó la evaluación del impacto ambiental de las obras de rectificación del cauce del río Ñirihuau y la reparación del puente que sustenta la Ruta Nacional 40 pero los trabajos, suspendidos en julio, no podrán reanudarse hasta que bajen las aguas.
El estudio fue aprobado esta semana por el Codema que el viernes pasado se lo remitió al intendente de Dina Huapi, Hugo Cobarrubias, para que se expida en un plazo máximo de 5 días. Al margen de las tramitaciones administrativas, el directivo de la empresa contratista Codistel SA, Wálter Luzardi, advirtió a "Río Negro" que "habrá que esperar a que bajen los ríos porque lo que se iba de desembancar ahora esta cubierto por las aguas".
Luzardi lamentó el tiempo perdido y sostuvo que "si no se hubieran hecho las reparaciones esta crecida hubiera tirado el puente", al tiempo que aclaró que "se completó un porcentaje muy chico del trabajo final".
En ese período se llegó a afirmar la loza de hormigón que estaba suspendida en el aire, "a punto de caerse", pero no se alcanzó a reforzar los conos de protección de las bases ni la rectificación del cauce proyectada para prevenir las consecuencias de futuras crecidas.
La remoción de áridos -estimada en 20.000 m3- y de vegetación que demanda la rectificación del Ñirihuau fue lo que movilizó a la asamblea de Vecinos de Dina Huapi y la Comunidad del Limay hasta lograr la intervención del Codema y la paralización de obras.
Las dos organizaciones pidieron que se suspendan los trabajos de dragado hasta que se realice la revisión ambiental del proyecto pero que no se afectarán las obras de mantenimiento y reparación del puente que sustenta la Ruta 40 y el gasoducto.
En la carta documento enviada al Codema sostuvieron que la remoción de áridos y vegetación iniciada por la contratista "ha causado un deterioro irreparable en el medio ambiente, en la costa del río, haciendo incluso desaparecer el monte de sauces y una zona de la playa, de esparcimiento y recreo de los vecinos de la zona".