Una serie de drásticas medidas y fuertes reclamos a las autoridades provinciales surgieron ayer de la reunión que mantuvieron los integrantes del comité de emergencia hídrica que integran autoridades municipales y de las cooperativas de Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza, que se abastecen de agua potable que se extrae del dique La Quebrada.
La bajante del embalse, que ayer era de casi ocho metros, obligó a los miembros del comité a requerir una audiencia en el plazo de 48 horas con el ministro de Obras y Servicios Públicos, Hugo Testa, ya que no concurrió a la reunión el titular de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, Jorge Masih. Los intendentes aspiraban a definir ayer una serie de obras complementarias solicitadas desde el año pasado.
En tal sentido exigirán a Testa que acelere la ejecución de las obras de la ampliación y remodelación de la planta potabilizadora de La Calera previstas para diciembre, que servirán para abastecer del recurso a esa ciudad, Saldán, Villa Allende, Mendiolaza y el 60 por ciento de la población de Unquillo.
En relación con estos trabajos, se solicitó que la Provincia resuelva la asignación de los cupos de agua que le corresponderán a cada localidad cuando se habilite la obra de La Calera, para poder delinear futuros proyectos de administración del recurso.
Además, se requirió la liberación de fondos para la realización de dos perforaciones alternativas que servirán para inyectar agua al sistema en Unquillo y Río Ceballos, y la implementación definitiva de medidores domiciliarios en las ciudades de Córdoba y La Calera, para poner en una condición igualitaria a todos los usuarios de los sistemas de agua de La Quebrada y del dique San Roque.
Al respecto, se puntualizó que mientras en el sistema de La Quebrada llegan a consumir un promedio de entre 200 y 250 litros de agua por persona por día, en las otras dos grandes ciudades esos registros superan los 400 litros por persona, sin contabilizar el agua que se destina a riego productivo.
Entre las acciones a implementar más acuciantes en el corto plazo se comenzó a planificar un sistema de cortes rotativos en el suministro de agua a las tres localidades que se definiría la próxima semana, y se acordó entre las autoridades municipales la suspensión de permisos de nuevas conexiones domiciliarias de manera temporaria hasta que se concreten las obras reclamadas.
Por otra parte, solicitaron a los funcionarios provinciales que asuman un mayor compromiso con la crisis hídrica que afecta a este sector de las Sierras Chicas.
Desde el ámbito de la Subsecretaría de Recursos Hídricos se aclaró que gran parte del problema que afecta a la región es el déficit de precipitaciones que, de sostenerse en las actuales condiciones, llevarían a tener una bajante de entre 12 y 14 metros para el mes de diciembre. Esa posibilidad es la que alarma a los intendentes, puesto que ese nivel volvería muy dificultoso el proceso de potabilización del agua en la planta de La Quebrada.
El dique La Quebrada, a la mitad
Según las estimaciones oficiales, con el déficit hídrico actual, el dique La Quebrada habría perdido el 50 por ciento de su capacidad de almacenamiento, que en 1976, año de su inauguración, era de 3,3 hectómetros de agua.
Con la bajante existente y los niveles de colmatación del embalse acumulados desde entonces, las autoridades calculan que la existencia de agua sería de poco más 1,5 hectómetro.
El dique pierde de 3 a 4 centímetros de agua por día, según la temperatura y el viento que aceleran la evaporación.
La peor bajante de su historia fue en marzo de 2005, con 9,45 metros por debajo del nivel del vertedero después del período de lluvias más intensas. En la actualidad, la bajante es de casi ocho metros.
Desde marzo, en picada
Marzo. El bajo registro de lluvias estivales hizo que en marzo el dique La Quebrada registrara como su mejor marca una bajante de 4,6 metros desde el vertedero. Desde entonces, la caída fue en picada.
Junio. La bajante era de 5,98 metros. Desde entonces, el dique perdió casi un metro por mes: en julio cayó a 6,78 metros y en agosto, a 7,75 metros bajo el vertedero.
Proyección. Las peores perspectivas –falta de lluvias importantes hasta diciembre– indican que hacia fin de año, la bajante podría llegar a los 12 o 14 metros. En esas condiciones, peligraría la potabilización.
La Provincia minimiza reclamos
La Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia minimizó el pedido elevado por un grupo de intendentes de localidades de las Sierras Chicas, sobre obras que ayuden a paliar la crisis hídrica que afecta esa región.
Germán Jalil (Unquillo), Gaspar Lemos (Río Ceballos), y Daniel Salibi (Mendiolaza), junto al presidente de la cooperativa de agua de Unquillo y Mendiolaza, suscribieron un petitorio en el que se solicitan la puesta en marcha de la planta potabilizadora de La Calera.
Además reclamaron la asignación de cupos de agua para las localidades, la colocación de medidores en la Capital y en La Calera, fondos para una bomba y cortes de servicio, entre otros puntos.
El subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Jorge Abdel Masih, respondió que el pedido no mejora la situación. "El acueducto a La Calera se termina en 10 días, y la planta potabilizadora hacia fin de año", afirmó el funcionario.
Abdel Masih aseguró que el fin de semana llega la bomba que se solicitó para una fuente de agua en Unquillo, que está avanzado el tema de los medidores y que se podrían hacer algunas obras complementarias. "Toman decisiones sobre obras que están por terminarse o en ejecución", finalizó. |
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