Si bien es un reclamo generalizado en Rafael Castillo, la movilización que se efectuará el próximo lunes tendrá un tinte especial: “Como no los escuchan a los hombres, ahora marchamos las mujeres”, anticipó.
Norma, que trabaja en el área de género y que se destaca por su labor en los derechos de la mujer, contó que será este grupo organizado, sumado a la participación de otras vecinas, el que se manifestará por las calles de esa localidad a la que consideran “olvidada”.
“Debido a tanta lluvia, le pedimos al hombre que manejaba una máquina vial que profundizara la zanja, pero no se pudo”, comentó la mujer preocupada por la imposibilidad de tránsito debido a las inundaciones y a las calles que quedan llenas de barro tras las lluvias.
No obstante, la respuesta negativa del trabajador tiene su argumento: Lo que faltaba en la zona, antes de poder realizar la obra de zanjeo, es que se delimiten las calles. Para eso, los vecinos deben acercarse antes al Municipio.
Asimismo, Norma comentó que, tiempo después, la máquina vial trabajó en esas áreas, pero que la tierra que se quitó durante la perforación fue acumulada en el borde de las zanjas, en montañas no muy pequeñas, que agravaron el dilema del barro.
“Nos tienen que explicar y llevarse estos bordes de tierra que sacó la máquina. Además, si ahora estamos hablando del dengue, aquí nos dejaron una fábrica de mosquitos porque esas zanjas están a cielo abierto y tienen profundidad, lo cual se convierte en un peligro hasta para los chicos que van al colegio”, aseguró.
Santa Rosa, no tan santa
Luego del impresionante calor que azotó a la provincia de Buenos Aires la semana pasada, temperatura récord en esta época del año (34°4), llegó la tan esperada tormenta de Santa Rosa.
Que el clima se haya estabilizado y que se volviese a la sensación térmica habitual para fines de agosto y principios de septiembre, no se recibió de forma eminentemente benéfica en Rafael Castillo.
“Ahora yo estoy en suspenso, guardando el alerta, porque si llueve mucho tengo que ver por dónde me va a entrar el agua”, contó preocupada, ya que no solo el tema del barro es considerable en ese lugar.
De lo contrario, un número importante de vecinos (se estipula que 100 mil) había comenzado 2009 con inundaciones a raíz de la precariedad del sistema pluvial. Es por eso que los autoconvocados se movilizaron hasta el Palacio Municipal con el fin de reclamar obras de desagüe.
“Es que hoy, con esta lluvia nos vimos obligadas a acercarnos a la delegación para ver si somos escuchadas, como grupo de mujeres organizadas, ya que a los hombres no se les prestó atención”, remarcó la militante.
El petitorio
Este lunes, cuando pisen la delegación municipal de Rafael Castillo, las manifestantes presentarán un escrito con diferentes ítems que envuelven a las mayores carencias que presenta la zona.
“Nosotras preparamos un petitorio que está formado por cuatro o cinco puntos, entre los que figuran la realización del cruce de calles y las obras de zanjeo, para que nos saquen la tierra de los bordes que ahora está acumulada”, especificó la mujer.
Asimismo, aseveró que se exigirán explicaciones sobre “las obras prometidas, entre las cuales tenemos, por ejemplo, la pavimentación de la calle Coronel Mont, de la cual aun resta asfaltar más de una cuadra”.
“Por eso nos acercamos, nosotras queremos vivir dignamente como ciudadanas, como vecinas, porque es lo que somos y como lo explica el artículo 41 de la Constitución Nacional, que tiene que ver con la parte ambiental”, admitió.
Sin embargo, estos no son los únicos reclamos que pondrán de manifiesto durante la protesta, sino que los temas salud y seguridad también serán considerados en la búsqueda de respuestas y soluciones.
“Además, queremos que nos expliquen qué sucedió con el supuesto hospital de Alta Complejidad de Rafael Castillo, que se iba a realizar pero que al día de hoy no se colocó ni un palo para comenzar a construirlo”, remarcó.
En esta cuestión, el problema es más que delicado ya que según la mujer, en la zona solo funciona “un hospitalito” pero que se ve desbordado con frecuencia. “En él se escuchan malos tratos en la gente, y además faltan muchos profesionales de la salud”.
Es por eso, que ante una emergencia de tipo sanitaria, si no pueden acercarse a este centro asistencial, los vecinos deben acudir al Hospital Paroissien, de Isidro Casanova, o al Policlínico de San Justo.
Pero ese no es el único dilema, ya que el tema de las calles sin asfalto vuelve a entrar en escena: “Esta parte del barrio es intransitable y con el barro no quieren entrar ni los remises. Y si quizás, alguno de los vecinos tiene una obra social y quiere que ingrese la ambulancia, eso se torna imposible”.
“Aparte reclamamos otras cosas como la iluminación para protegernos de la inseguridad. Pedimos que a los barrios no nos olviden porque nosotros tenemos derechos como cualquier ciudadano”, concluyó |
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