El intendente municipal Cristian Breitenstein abrió la canilla ubicada en el patio de la vivienda de calle Macacha Güemes de Tejada al 1776, en Villa Bordeu, durante unos pocos segundos. El tiempo suficiente para habilitar, de manera simbólica, el tendido de agua corriente en ese barrio, en tiempos en que la sequía ha llevado a declarar la emergencia hídrica en la ciudad.
"Ya tenemos agua, ahora hay que cuidarla", señaló Cristian Breitenstein, celebrando una obra largamente reclamada por el vecindario, pero también adecuando su conducta a la campaña de uso racional del recurso que viene ensayando desde el municipio.
La obra fue realizada mediante la modalidad "Agua más Trabajo", sistema impulsado desde el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), financiado por dinero del Estado, que permite la participación simultánea del municipio en la adquisición de materiales y la contratación de mano de obra, la empresa Aguas Bonaerenses SA (ABSA), en el proyecto y supervisión, y de las distintas cooperativas de trabajo al efecto.
En el caso de Villa Bordeu, la construcción fue contratada con la cooperativa Voluntad y Trabajo Limitada, que instaló 9.200 metros lineales de cañerías de PVC de distintos diámetros y realizó 400 conexiones domiciliarias.
"Esta etapa que se termina permite abastecer a 225 familias, con una inversión de 550 mil pesos, llevando agua corriente a un cuarto de la población de Villa Bordeu", señaló el jefe comunal.
La significación del acto fue graficado por los vecinos que participaron de la sencilla ceremonia, quienes, desde hace 9 años, vienen haciendo gestiones para disponer el vital servicio.
"Esto significa un gran adelanto, sobre todo teniendo en cuenta que, hace unos años, nos decían que era muy difícil dotar de agua a Villa Bordeu. Con este gobierno logramos una respuesta y hoy la obra es una realidad", señaló Irineo Ibarra, presidente de la Agrupación Vecinal de Villa Bordeu.
Ibarra explicó, además, que hasta ahora se surtían de agua de pozo de "dudosa calidad" o de conexiones clandestinas a un viejo acueducto del ferrocarril.
"Hemos luchado mucho por esto, porque el agua es un servicio que no puede faltar. Es cierto que ahora tenemos el problema de la escasez, pero así no tengamos una gota, las cañerías ya están", agregó.
Cuidar el recurso
Mientras el municipio termina de instrumentar su campaña para fomentar el uso racional del agua en una ciudad que consume hasta tres veces la media considera adecuada, el intendente no dejó de hacer referencia, durante la habilitación de las nuevas cañerías de Villa Bordeu, a la importancia de cuidar el recurso.
"Estamos tratando de hacer todas las obras de distribución que hacen falta, pero les pido a los vecinos que aprovechen la perforaciones existentes para realizar tareas de riego y otros quehaceres. Destinemos el agua potable a lo esencial", señaló. |
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