Los vecinos del barrio Facundo Quiroga se quejan de los malos olores que emana el sistema de desagüe que desagota los desechos a escasos metros de las viviendas.
“Detrás de la capilla finaliza el desagüe. Acá vienen a parar los líquidos nauseabundos de otros barrios. Es decir que a nosotros nos condenaron a convivir con malos olores. Durante los días de bajas temperaturas el olor es hasta soportable pero ya en estos días de calor, la situación se torna desesperante”, comentaron a La Mañana algunos vecinos.
El desagüe en cuestión está ubicado por la calle Roldán y pasa por el costado de la capilla San Blas y evacua los líquidos en la zona baja del barrio.
“El lugar es peligroso hasta para los chicos. Eso está a cielo abierto. No hay ninguna seguridad. Nos gustaría que las autoridades municipales y de medioambiente de la provincia supervisen la zona para descartar las probabilidades de contaminación ambiental”, reclamaron.
Justo en la zona está un club de fútbol y una suerte de parque bien cuidado, con arboledas y asientos construidos para favorecer el contacto de los vecinos con la naturaleza.
Aunque algunos vecinos tienen prácticas que atentan contra la armonía del lugar, como tirar ramas y basura. “Tenemos el servicio de recolección de residuos y pasan todos los días pero hay inadaptados que prefieren tirar la mugre en cualquier parte. Esto ya es un problema cultural y la Municipalidad tendría que sancionarlos para que aprendan a convivir en comunidad”, expresaron.
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