El conflicto del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) entró ayer en una zona "caliente".
En medio de las demoras para alcanzar una solución para el conflicto, los trabajadores ingresaron ayer el hall de la sede local del organismo durante una protesta, en el contexto de un nuevo paro, y denunciaron que el presidente de la empresa, Nelson Damiani, agredió a uno de los empleados.
El dato, difundido el gremio ATE, fue desmentido por la oficina de relaciones institucionales, que por el contrario sostuvo que la protesta fue una toma del edificio en calle Santiago del Estero, que impidió desarrollar las actividades.
El eje del conflicto planteado por el sindicato es el incumplimiento de un acta acuerdo firmada por el ministro de Gobierno, Educación y Cultura, Jorge Tobares.
Los trabajadores sostienen que allí el ministro de comprometía un aumento y el ingreso de personal a la planta operativa. Algunos de ellos reemplazarían a trabajadores jubilados. Habría un decreto sin firmar que materializaría el pase a planta.
Los empleados marcharon ayer por calles de la capital y luego de abroquelaron en la sede. Miguel Knop es el trabajador que dijo ser agredido: "Damiani me tomó del cuello, nosotros estábamos protestando en la entrada, y salió de una oficina totalmente ofuscado y se la agarró conmigo", aseguró el empleado.
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