Cada año se producen unos dos mil millones de casos de diarrea en todo el orbe, por lo general como consecuencia de la exposición a alimentos o agua contaminados, asegura un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por esta razón mueren anualmente 1,5 millones de niños menores de cinco años, en su mayoría malnutridos o inmunodeprimidos, agrega el documento del organismo internacional.
Entre las medidas a tomar para prevenir esta afección, más frecuente en naciones de bajos ingresos, está el acceso a fuentes inocuas de agua de consumo, la mejora del saneamiento, una higiene personal y alimentaria correctas , así como una educación adecuada sobre salud y modos de transmisión de las infecciones, agrega.
La OMS trabaja con los Estados Miembros y otros asociados para fomentar políticas de gestión de las enfermedades diarreicas en países de bajos ingresos, realizar investigaciones para probar nuevas estrategias sanitarias en ese ámbito.
Asimismo busca ampliar nuevas intervenciones sanitarias, como la vacunación contra rotavirus y así como ayudar a formar a profesionales sanitarios, sobre todo en el nivel comunitario para enfrentar esta dolencia.