El tema comenzó a reanimarse en esta provincia desde que el diputado justicialista Rubén Contreras presentó -hace una semana- un proyecto en la Legislatura para pedirle al Ejecutivo que realice un nuevo análisis de factibilidad para la construcción de un acueducto desde el mencionado lago, el segundo más grande de América del Sur. En sus fundamentos, Contreras nombró al ex senador Carlos Alfonso Prades como uno de los precursores en esta idea.
Varios intendentes también expresaron su beneplácito por esto, como el mismo jefe comunal de Los Antiguos, Oscar Sandoval; el de Perito Moreno, Guillermo Bilardo, y el de Las Heras, Teodoro Camino. Los concejales de Caleta, a su vez, sancionaron esta semana una “adhesión” al proyecto de Contreras.
“Lamento que hayamos perdido diez años pero, como dice el refrán: ‘más vale tarde que nunca’”, expresó Prades ante la iniciativa. “Si es que no se trata de una nueva jugada electoral o política tendiente a distraer a la sociedad, lo veo bien. Quiero creer que hay una reflexión y razonamiento lógico. Ante la imposibilidad de concretar Los Monos, la salida segura es el Lago Buenos Aires y el aprovechamiento de los tres valles del río Deseado: superior, medio e inferior”, agregó.
Prades había trabajado desde 1999 en su proyecto, que, cuando asumió en su cargo -en 2001- logró que sea aprobado por unanimidad la declaración de “interés nacional”.
Pero luego, explicó Prades, la idea no prosperó debido a “otros intereses”, como el de ejecutar el Dique Los Monos en el sur chubutense.
“Cuando era senador hice una charla debate en la Universidad sobre la conveniencia de uno y otro proyecto. Yo sostenía que el de Los Monos era inviable ambientalmente hablando, porque en el año 2001 el lago Colhué Huapi prácticamente se llegó a secar y produjo una gran desertificación, y hacer el dique implica aumentar eso, y provocar un enorme daño al ecosistema”, aclaró.
EN SUSPENSO
De todas maneras, para los legisladores santacruceños el dique Los Monos “es un proyecto que quedó en puntos suspensivos” porque la relación entre el Gobierno nacional y el de Mario Das Neves “está muy tensa”, según reconoció Contreras en una nota radial hace unos días.
Por otra parte, Prades quiso aclarar que el proyecto del valle del Deseado provino de un grupo de afiliados radicales. “El Lago Buenos Aires-General Carrera arroja al Océano Pacífico unos 15 mil metros por segundo; nosotros le sacaríamos nada más que 15 metros por segundo, que es como sacar una gota de agua a un balde”, graficó.
“Con eso le daríamos agua a toda la zona norte, desde Los Antiguos hasta Puerto Deseado en unos 517 kilómetros, las 24 horas del día y aprovecharíamos el resto para la actividad industrial y agrícola-ganadera”, recordó el ex senador.
“Veo con satisfacción que (diputados del PJ) hayan entendido que, este proyecto que venimos proponiendo desde hace más de una década, sea tomado por la autoridad, cuya definición estaría en el gobernador (Daniel Peralta), en la presidente Cristina Fernández y en los intendentes de la zona norte santacruceña. Hasta podríamos hacer un convenio con Chubut para generar una región altamente productiva, y tenemos que ir pensando producir hidrógeno en gran escala. Todo esto no es una utopía sino una gran posibilidad que tenemos”, consideró.
Agua dulce
Sobre el traslado del agua, el ex senador Carlos Prades comentó que “se había pensado en tres formas; una de ellas era recuperar el curso del río deseado, que tiene un accidente geológico en el naciente y había que entabicar en cierto lugares, embalsamar el agua y enviarla a Deseado por fuerza de gravedad. La otra era hacer un acueducto entubado, y la otra a cielo abierto que era lo más barato. Cualquiera de las formas que se hiciera solucionaría definitivamente este problema del agua. Porque creo que este mismo verano tendremos inconvenientes (de escasez), ya que las comunidades han crecido”, manifestó.
“En el proyecto nuestro trabajó gente con mucho conocimiento, vecinos de nuestra localidad como José María Cifuentes, Miguel Chazarreta y Luis Pérez, y el ingeniero Pablo Borelli, Atilio Martinelli (ambientalista y profesor de la UBA y de la Universidad de Morón), Juan Carlos Bolcich, (presidente de la Asociación Argentina del Hidrógeno) y Erico Spinadell (presidente de la asociación argentina de energía eólica), todos ellos contribuyeron e hicieron aportes, que no es solamente traer agua sino contribuir al desarrollo industrial”, rememoró.
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