El estudio “Culturas hidráulicas de la Amazonía boliviana. Ecología cultural sofisticada y manejo de paisaje”, elaborado por Óscar Saavedra Arteaga, propone recuperar tecnología agrícola precolombina como un medio para contrarrestar los efectos de sequías e inundaciones.
En cuatro comunidades del municipio de Trinidad (Beni) ya se probó la utilidad de este conjunto de técnicas productivas ancestrales.
Con respecto a este tema, Saavedra explicó a Enlared-Onda Local que su libro intenta poner a disposición del público, los avances logrados por las llamadas “culturas hidráulicas” en la actividad productiva agrícola.
La idea central del estudio es mostrar y probar que la tecnología de los pueblos antiguos hoy puede funcionar muy bien, gracias a las mejoras y ventajas de la modernidad.
Camellones
La prueba que ofrece el trabajo son los denominados camellones, sistemas de canales, diques y plataformas artificiales que permiten el control del agua y de los suelos.
Uno de los atributos de los camellones es, por ejemplo, señala Saavedra, que permiten capturar la energía solar durante el día para liberarla por la noche, creando un efecto térmico que protege los cultivos de las heladas. Por otro lado, el control de las inundaciones se logra ubicando los cultivos en lugares elevados.
La constatación práctica de las ventajas del manejo hidráulico precolombino, destaca el investigador, son los camellones construidos en las comunidades Loma Suárez, Copacabana, Puerto Almacén y Puerto Ballivián, en Trinidad, Beni.
El investigador refirió que con la tecnología ancestral se pudo desarrollar cultivos de yuca, arroz, maíz, papaya y plátano, además de la producción piscícola (pacú).
“También hemos abierto las puertas al ecoturismo, ya que es un escenario interesante para el visitante, para que entienda qué es lo que pasaba hace miles de años; es como hacer un pequeño viaje al pasado, cuando la gente cultivaba mediante camellones”. |
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