El municipio de Jesús María trabaja para que el servicio de provisión de agua potable certifique Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), una norma Iram con la que la administración pretende medirse en términos de calidad.
La norma 14102 implicará para la Municipalidad que todos los procedimientos en el manejo del agua, tanto en la captación como en la potabilización y transporte, se realicen de acuerdo a las normativas existentes en Argentina.
Esto implicará un trabajo que no podrá exceder los 18 meses. Para ello deberán ir aprobando cada una de las cuatro etapas que se dispusieron para el ingreso. La primera de ellas fue aprobada e implica una primera auditoría para la tercera semana de setiembre.
En líneas generales, la certificación debiera llevar tranquilidad a los usuarios respecto del agua que consumen en sus domicilios porque estará controlada y certificada en forma semestral por un auditor. En cada auditoría, se constatará que todas las prácticas que se realizan en la planta de agua sean las correctas.
Pero la decisión que tomó el actual Departamento Ejecutivo tendrá implicancias en las futuras administraciones que deberán explicarle a los vecinos en el caso que decidan discontinuar la certificación. El proceso tiene actualmente un costo mensual de 400 pesos y de 2.200 pesos para cada auditoría.