El barrio Solidario 216 Viviendas presenta diversas necesidades, entre las que se destaca la imposibilidad que tienen los vecinos de abastecerse de agua potable. Desde su inauguración y hasta la fecha, hay ciudadanos que al abrir las canillas no visualizan ni siquiera un hilo de agua potable.
Además del abastecimiento del recurso hídrico, los vecinos pretenden conseguir una plaza para la multitud de niños que habita el barrio, como así también, plantean la necesidad de contar con un centro de asistencia sanitaria de primeros auxilios.
El barrio Solidario está ubicado al noroeste del casco urbano y ha sido erigido a unos 400 metros detrás del cementerio municipal Juan XXIII. El mismo fue construido y entregado a sus adjudicatarios a fines del año 2007, pese a no contar con obras sanitarias eficientes para el servicio de agua potable.
A fines del 2008, vecinos del barrio conformaron una comisión y comenzaron a gestionar obras y servicios indispensables para la subsistencia. De esta forma y gracias a la respuesta de Sameep, consiguieron una cisterna de 10 mil litros que permite abastecer a más de 150 familias y que es cargado sólo 3 veces a la semana por personal de la empresa estatal.
Pedido de 4 cisternas más
Debido a la imposibilidad de acceder a un servicio tan vital como el agua, la comisión vecinal del barrio Solidario 216 Viviendas solicitó cuatro cisternas más a la empresa Sameep y a la Administración Provincial del Agua.
Paradójicamente, el barrio lleva como nombre ‘Emergencia Hídrica’ y para los vecinos, este distintivo coincide con la cruda realidad que deben afrontar diariamente.
Lorena Sandoval y Nancy Pereira, dos mujeres que están a punto de dar a luz, deben recorrer varias cuadras hasta llegar a la cisterna del barrio. Ambas acuden al lugar con balde en mano como cualquier otro vecino, con el adicional que significa estar embarazadas.
‘Es el único lugar de donde podemos sacar algunos litros de agua potable. Mi esposo trabaja y tengo que venir a buscar el agua para toda la familia. Es un sufrimiento terrible’, relató Lorena.
Nancy Pereira es ayudada por uno de sus hijos para acarrear algunos litros de agua, que deben ser bien administrados para que sólo sea destinado al consumo y no al derroche. ‘No podemos desperdiciar ni una sola gota. Porque nos cuesta muchísimo conseguir el agua’, asegura.
Sin transporte urbano
‘Parece ser que si no estamos entre las 4 avenidas, no somos saenzpeñenses’, indicó José Maidana, mientras los demás vecinos, relataban que ninguna empresa de colectivos presta los servicios de transporte urbano dentro del barrio.
Para movilizarse, estos ciudadanos deben recorrer algunas cuadras y abordar los colectivos que finalizan sus recorridos sin ingresar a las manzanas del Solidario.
Pese a esta situación, los vecinos comprenden la buena intención del empresariado local y aseguran que al realizar las gestiones, los encargados de las líneas de colectivos argumentaron el mal estado de las arterias del barrio. Por ello es que solicitaron al municipio para que colabore con el mejoramiento y el enripiado de las calles, y permitir que las empresas puedan extender sus recorridos.
Necesidad de alumbrado público
Integrantes de la Comisión Vecinal del barrio 216 viviendas Solidario presentaron ante las autoridades de la empresa Secheep, la necesidad de incrementar el servicio de alumbrado público en el barrio.
Los vecinos relataron que hay muchos jóvenes y adultos que regresan de sus empleos o de cursar sus estudios nocturnos que deben ingresar al barrio soportando la oscuridad. Subrayaron que la intensión es contar con torres lumínicas sobre calle 28, arteria que es muy utilizada por los vecinos para movilizarse y que hoy permanece a oscuras.
Las deudas de Cipolini y la APA
Los vecinos del barrio Solidario reclamaron por la presencia del intendente Gerardo Cipolini y de los funcionarios que integran el gabinete municipal, a fin de promover acciones conjuntas que se traduzcan en beneficios para el vecindario.
‘No entendemos por qué el intendente no nos visita, si nosotros nos enteramos que se acerca a todos los barrios para mantener reuniones y recibir los pedidos. Esperemos que se acerque y que podamos entablar una relación más cercana‘.
Las promesas de la APA
Con marcado malestar, los vecinos aseguraron ser visitados por funcionarios de la Administración Provincial del Agua (APA) que se comprometieron a realizar perforaciones, pero que hasta el momento no han cumplido.
‘Nosotros hicimos varias reuniones y les presentamos todos los requisitos, pero hasta el momento, no cumplieron con los que nos prometieron‘, aseguró el vecino Gabriel Ledesma.
Los vecinos requieren de las perforaciones para descentralizar el uso de la cisterna y sólo ocupar el agua que extraen de allí para el consumo humano. José Maidana, otro de los vecinos, relató que ‘hay veces que deben esperar entre tres o cuatro días para lavar la ropa o limpiar la casa, porque el agua que tienen sólo alcanza para tomar’.
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Nancy Pereyra, una vecina del barrio Solidario, que en los próximos días dará a luz a niño, llega lentamente con baldes en mano a buscar algunos litros de agua potable en la única cisterna que existe en el barrio.
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Los vecinos del barrio esperan ser tenidos en cuenta por el municipio. Aseguran que el intendente Cipolini sólo los visitó en tiempo de campaña política. Hay varios reclamos que el municipio podría solucionar, aseguran.
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Cualquier medio es adecuado para llevar la mayor cantidad de agua potable. Hay una regla entre los vecinos del barrio, cada persona debe llevar no más de 3 bidones.
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