Poco a poco, la idea de que el secano de Lavalle cuente con agua para consumo humano se está convirtiendo en realidad. Así por lo menos lo demuestran las obras que se observan a un costado de una ruta 142, que conduce a Encón (San Juan)-Camino de las Altas Cumbres (San Luis-Córdoba).
Una zanja de casi un metro de profundidad se extiende desde Gustavo André hasta el puesto del Iscamen, en El Puerto, y luego continúa hacia el sureste, hasta San Miguel de los Sauces. Allí han colocado el caño madre de 160 mm de diámetro que servirá de acueducto para llevar el vital líquido al secano lavallino, comúnmente llamado desierto.
El objetivo es tender una red de 280 km para abastecer a los principales poblados y puestos de este amplio sector, que beneficiará a más de 3 mil vecinos. Como fuente utilizarán una perforación en Gustavo André.
El proyecto es financiado por la Nación y apunta a mejorar la calidad de vida de estas poblaciones que hoy reciben agua en camiones cisterna. Desde la comuna informaron que la obra demandará una inversión superior a los 9 millones de pesos, de los cuales 8 aporta la Nación y del resto se hace cargo el municipio.
Los primeros trabajos se realizaron entre Gustavo André y La Asunción, pueblo que abre la secuencia de comunidades del sector del secano. Los trabajos, que se continúan por la ruta de Altas Cumbres llegan hasta San Miguel, enlazando con la red que ya existe hasta Lagunitas, para luego seguir a los pueblos de El Retamo, El Forzudo y Arroyito.
Ya se ejecutó el tendido de la red de 32 kilómetros desde ruta 142 hasta la localidad de El Retiro, uno de los lugares de más difícil acceso junto a la Reserva Telteca, ya que el tendido se hizo por picadas de médanos.
El acueducto también llegará en dirección norte con una traza de 36 kilómetros, desde las cercanías de La Asunción hasta el pueblo de San José, conectándose luego con la red que llega a Lagunas del Rosario. La correspondiente puesta en servicio se ha previsto llevar a cabo por etapas, tras la puesta funcionamiento de las respectivas estaciones de bombeo que se instalarán en la segunda parte de la obra.
Rolando Romera, encargado de Saneamiento de la dirección de Ambiente del municipio lavallino, comentó que esta primera etapa tiene una extensión de 172 kilómetros y ya se colocó el caño madre hasta San Miguel, resta unir este poblado con otros puestos de la zona hasta San José. El presupuesto es de $3.200.000.
"Según nuestras estimaciones, y todo depende de cómo se desarrolle la licitación de la segunda etapa, el 14 se abrirán los sobres, antes de fin de año se estaría en condiciones de inaugurar el primer tramo de acueducto, entre Gustavo André y La Asunción. Luego se harían habilitaciones progresivas", dijo Romera.
Agregó que la segunda etapa incluye 100 km más con un presupuesto de tres millones ochocientos mil pesos y se utilizarán caños de 75 mm de diámetro. Se extiende desde Lagunitas hasta Arroyito. Aclaró que ya existe un tramo tendido, de San Miguel a Lagunitas, que se hizo cuando se construyó la planta potabilizadora en 2007 y quedó fuera de servicio porque el agua era de mala calidad para potabilizar.
Luego se hará el tramo de San José a Lagunas del Rosario. El plazo es de 120 días para el tendido y 180 para la instalación de las estaciones de bombeo correspondiente.
Mala calidad
En abril de 2007, los 80 habitantes de San Miguel de los Sauces y Lagunitas celebraron la puesta en funcionamiento de la planta potabilizadora colocada en el primer poblado.
Las instalaciones utilizaban agua del río San Juan (ubicado a 300 metros de la planta), pero antes de que se cumpliera el año fue sacada de servicio porque el agua a tratar es de mala calidad y estudios confirmaron que contiene plomo.
A esto hay que agregarle que gran parte del agua subterránea de esta zona contiene arsénico. Las Comunidades Huarpes (pueblos originarios) se han puesto al frente de la lucha para que estos poblados finalmente cuenten con agua apta para consumo humano.
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