Tras el derrame de aguas de mina que se produjo en el canal que toma agua del arroyo Huaraco de Andacollo, el director provincial de Minería, Carlos Portilla, afirmó que se analiza la posibilidad de aplicar multas a la empresa minera Andacollo Gold S.A., la responsable del evento que denunció la familia Fonseca el viernes pasado.
“Aunque se puede hablar de contaminación porque se han alterado las condiciones naturales del canal, es un hecho menor que no ocasiona peligro para la vida. La salida de agua cargada con materiales de una mina no traslada químicos. No se puede hablar de contaminación tóxica”, sostuvo el funcionario.
Así explicó a la prensa sobre lo sucedido, en momentos que la actividad minera cobra relevancia para sectores de la comunidad involucrados en la defensa del medio ambiente. Lo hizo junto al presidente de Cormine, Martín Irigoyen, y el coordinador general técnico de Medio Ambiente, Ricardo Esquivel, en Casa de Gobierno.
“No estamos satisfechos con el sistema que implementó la empresa para captar el agua”, agregó. Allí estuvo la falla, en virtud de lo cual se pidió a la concesionaria que mejore el sistema.“Eso no debería haber ocurrido”, reconoció Portilla.
Para Esquivel es necesario establecer un sistema de procesos “más confiable y seguro” para que no ocurran este tipo de episodios. Por eso comentó que se ha pedido a la empresa que agudice los esfuerzos, aunque esto no implica para el funcionario decir que la misma desarrolla sus tareas con “desidia”.
Análisis
Portilla indicó que se evaluará el cauce del río Neuquén porque es posible que algunos residuos hayan llegado hasta allí, y que se tomarán muestras en la boca de mina. En tanto, ya se paralizaron las tareas en el sector para evitar que se vuelva a producir el hecho y se dispuso incluso la limpieza del canal Huaraco.
La firma, además, se comprometió a proveer de agua potable a las familias afectadas. Con la familia Fonseca lo viene haciendo desde 2007, año en que sufrió parte de un derrame de gasoil que osciló entre los 800 y 1.000 litros. Esta vez, Portilla señaló que el impacto fue menor. Las aguas que salieron al exterior trasportaron materiales naturales en suspensión, por obstrucción en uno de los caños que dirigen el flujo hacia una de las piletas de decantación.
“Son minerales propios de la veta, que no se disuelven por la sola acción del agua. Adquieren un color blancuzco a grisaseo porque la veta que se explota contiene cuarzo, oro y plata”, explicó. Y añadió: “El suceso alteró visiblemente el color del agua pero no podemos hablar de toxicidad. En el interior de la mina no se utilizan sustancias químicas”.
Evaluarán Campana Mahuida
“En Campana Mahuida aún no se ha movido una sola piedra”, sostuvo el titular de Cormine, Martín Irigoyen. Pero informó que se evalúa la aprobación de unas 40 perforaciones de 80 metros en promedio y con un diámetro de 6,5 centímetros, para verificar la cantidad y calidad del material y determinar entonces si es posible o no instalar una mina.
La audiencia pública convocada para el 30 de septiembre en Loncopué no implica, según afirmó, autorizar la extracción de minerales ni utilizar ácido sulfúrico. La instancia de participación ciudadana pone en debate sólo la etapa de exploración.
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