Más de 1.000 familias damnificadas por inundaciones en una extensa zona de clase media de la periferia norte de la capital mexicana sufren escasez de comida y agua, mientras el nivel de las aguas baja lentamente.
La ruptura de un ducto de aguas negras, llamado "Emisor Poniente", a causa de una tormenta que afectó la madrugada del lunes a la metrópoli, provocó que en unos segundos las viviendas se vieran inundadas de agua, lodo y piedras, muriendo al menos tres personas.
Decenas de automóviles, algunos lujosas furgonetas y autos BMW o Mercedes, fueron destruidos al impactar entre sí a causa de la avalancha.
Los vecinos del barrio Valle Dorado urgieron a las autoridades para dotarlos de agua, comida, detergentes y sobre todo apoyo para lavar sus cisternas y depósitos.
Estufas, hornos de microondas y refrigeradores fueron destruidos por el agua, que llegó hasta casi los 2 metros de altura.
Brigadas sanitarias recorrían la zona para evitar una epidemia, mientras el hedor del lodo era insoportable.
Al menos 1.500 viviendas resultaron dañadas a consecuencia de la lluvia. (ANSA. |
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