Los concejales Norberto Martínez (Integración Ciudadana) y Carlos Ocaña (UCR) repudiaron, mediante proyectos de resolución, las afirmaciones del presidente de ABSA, Guillermo René Scarcella, quien negó falencias en la planta depuradora de la Tercera Cuenca.
Ocaña, por su parte, dijo que existen pruebas suficientes que demuestran que, al poco tiempo de su inauguración, en noviembre de 2008, la planta dejó de funcionar.
Recordó, además, que en declaraciones formuladas a "La Nueva Provincia" en oportunidad de su visita a Bahía Blanca, Scarcella negó falencias en el funcionamiento de la planta depuradora de líquidos cloacales, emplazada en proximidades del balneario Maldonado, pese a que tres días antes, ABSA informó que llevará a cabo trabajos en la planta depuradora cloacal, para optimizar su funcionamiento y capacidad de tratamiento.
También destacó que, desde el CD, se hicieron varios pedidos de informe respecto de los inconvenientes suscitados en el funcionamiento de la planta y nunca fueron contestados por la prestataria.
"En junio de este año, el coordinador del Comité Ejecutivo, Fernando Rey Saravia, reiteró en un informe elevado al subsecretario de Gestión Ambiental, Sergio Montero, haber constatado, en más de una inspección visual perimetral a la planta, el funcionamiento anómalo de todo el sistema de tratamiento", expresó Ocaña.
El edil también solicitó al Organismo de Control del Agua (OCABA) su inmediata intervención, a los efectos de obligar a la empresa ABSA a regularizar la planta en forma definitiva.
"Dichos falaces"
Por su parte, el concejal de Integración Ciudadana, Norberto Martínez, consideró que si la planta hubiera funcionado sin inconvenientes como dijo Scarcella, "no serían necesarias las inversiones que ha salido a anunciar ABSA, después de los cuestionamientos surgidos en la reunión del 4 de este mes, en la comisión asesora de Medio Ambiente del CD".
"En esa reunión, la ONG Tellus planteó el mal funcionamiento de la planta. El 8 de agosto de este año, miembros de esa organización realizaron una visita al lugar y observaron cómo se arrojaban las aguas servidas sin tratar, sin hacer una separación de sólidos, directamente al estuario.
"En las imágenes que se mostraron, se podían ver directamente heces armadas, restos de papel higiénico, apósitos protectores y preservativos, entre otras cosas", expresó el concejal, quien comentó que estas pruebas forman parte de denuncias efectuadas al municipio, a la Provincia y a la Fiscalía Federal Nº 1, por presunta infracción a la ley 24.051 de desechos peligrosos.
Martínez no sólo repudió los dichos sino que los calificó de falaces.
"El presidente de ABSA dijo en la edición de "La Nueva Provincia" del último sábado, que la planta siempre funcionó y esas expresiones contrastan notoriamente con la realidad, cuando se sabe que, con frecuencia, los líquidos se descargan en la ría sin el correspondiente tratamiento.
"Atendiendo a las argumentaciones expuestas, cabe suponer que el presidente de ABSA está muy mal informado o no dijo la verdad. En cualquiera de los dos casos, es grave", concluyó Martínez. |
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