La tranquilidad de que la calidad de las aguas del río Pilcomayo no presentan inconvenientes, y la ocupación para avanzar en un proyecto de un robot a ser instalado en el curso y que podrá dar un alerta temprana en caso de producirse alguna contaminación, son datos alentadores sobre este estratégico curso.
Estas noticias sobre la decisión de continuar con el seguimiento minucioso y con el aporte de tecnología de avanzada, dejaron conformes a los diferentes sectores de la provincia que asistieron a la jornada de divulgación sobre el monitoreo sistemático de la calidad de agua, suelos, sedimentos y biota (medio ambiente) en Misión La Paz-Pozo Hondo del río Pilcomayo, además de exponerse sobre el interesante proyecto de los biosensores de alerta temprana.
Este tipo de aspectos se dieron en la serie de exposiciones a cargo de los especialistas que justamente tuvieron a su cargo el muestreo y análisis integral del río Pilcomayo. Una de las más destacadas disertantes fue la técnica de la subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación, licenciada Marina Jokomin, quién fue la encargada de dirigir las distintas campañas de monitoreo, el doctor Eduardo Corton, catedrático de la UBA y miembro del CONICET, además del doctor Oscar Orfeo, de la CECOAL (Centro de Ecología Aplicada del Litoral), quienes también tomaron parte de manera activa en estos trabajos
El coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial Coordinadora de Agua (UPCA), Rafael Silva, subrayó el valor que tiene el monitoreo, sobre todo por el hecho de que se hicieron tres o cuatro muestran anuales y en diferentes épocas, con el río crecido, estando normal y en bajante, “con lo cual nos da una visión completa y certera”.
“Es muy importante saber la calidad de las aguas del río, ya que muchos de los proyectos que se vienen ejecutando en la provincia toman como fuente de agua la proveniente del Pilcomayo, con lo cual la buena cantidad de ensayos que se hicieron nos dan seguramente una idea cabal de lo que esta pasando”, subrayó.
La licenciada Jakomín indicó que vienen trabajando en este programa de monitoreo sistemático desde el 2006 hasta este año, con un total de nueve campañas, y que los resultados “nos muestran que no existen mayores inconvenientes en cuanto a la calidad del agua”, aclarando que además de caracterizarse la calidad del agua, también abarca los sedimentos, el suelos y el mismo ecosistema.
Aludió a que este seguimiento sistemático hay que mantenerlo en el tiempo, tranquilizando ante una consulta puntual sobre desechos mineros en territorio boliviano que afecten a la calidad de las aguas, que “no hemos detectado contaminación por las minas de Bolivia”.

Alerta en tiempo real
El doctor Corton explicó sobre el proyecto de detección de contaminación con un alerta temprano y en tiempo real a través de la instalación de bio-sensores.
“Consiste en el diseño y la instalación de un aparato, al que llamamos sensor de alerta temprano, es una especie de robot que toma en forma automática muestras y la analiza y determinada la calidad de las aguas que está trayendo el río. Con ello si está escurriendo algún evento que haya contaminado las aguas, este robot de inmediato nos alerta de ello y de ese modo permite que se tomen medidas rápidas para solucionar”, explicó.
Aludió a que “estamos trabajando en el laboratorio para que este equipo cuando lo instalemos funcione por muchos años sin inconvenientes en zonas inhóspitas y agrestes del curso de agua, y pueda trasmitir los datos en forma inalámbrica”.

Foto: Archivo Programa Infoagua