El Sistema Cutzamala pierde 3 mil litros de agua por segundo a través de mil 500 tomas irregulares conectadas a los canales que suministran a las presas, tomas que no pagan el líquido que extraen.
Esta cantidad equivale a llenar diariamente 25 mil 920 pipas con una capacidad de 10 mil litros cada una y es similar al recorte del 30 por ciento de abasto que se aplicó al Valle de México ante la falta de lluvias.
El Cutzamala aporta 30 por ciento del líquido que se usa en la metrópoli.
Antonio Gutiérrez, director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Comisión Nacional del Agua, dijo que por las conexiones improvisadas con mangueras se toma agua principalmente para cultivos y uso doméstico, pero sin pagar ni un peso.
"Son mil 500 mangueras que hablan de 3 metros cúbicos por segundo. Se ha manejado como el robo del agua. Son irregulares, pero no clandestinas.
"Estas mangueras responden a las necesidades de riego agrícola que se tienen en la zona. Es una necesidad que se tiene que satisfacer", consideró el funcionario.
En un recorrido por los 76 kilómetros del canal que va de la presa Tuxpan hacia la presa El Bosque, en los límites de Michoacán y el Estado de México, se contaron 769 mangueras y 15 bombas de extracción de agua. En esta región hay plantíos de guayaba, aguacate y ciruela.
La mayor parte de las conexiones se halla en los municipios de Susupuato y Zitácuaro, Michoacán, en comunidades como Armadillos, Las Pilitas, La Coyota, El Llano, Loma Linda y Cerro Pelón. Tan sólo en estos dos últimos poblados, hay 573 tomas.
Aunque muchas de las mangueras están enterradas al llegar al canal, se pueden ver por las orillas y puentes; algunas hasta tienen un número para que los vecinos las identifiquen.
En Loma Linda se aprecian bombas de agua a un lado del estanque, las cuales son protegidas con techos. En El Llano son aun más precavidos, pues los equipos están resguardados en una cabaña, de donde salen mangueras de 4 pulgadas de diámetro.
"Lo hacemos por necesidad y porque nadie nos dice nada", dijo una mujer que llenaba cubetas.
Gutiérrez mencionó que se necesita tecnificar el riego. En una primera instancia, planean hacerlo en 200 hectáreas.
"No podemos llegar con las hachas y cortar las mangueras, pues comprendemos una realidad social. Hay que aclarar que las mangueras no son la causa de la crisis del Cutzamala", aseguró.
A la fecha se han iniciado cinco denuncias penales por las conexiones irregulares, y desde hace dos semanas el Ejército recorre la zona para verificar que no se realicen actividades ilegales.

Con información del Grupo Reforma