El especialista agrícola Martín Díaz Zorita aseguró que en esta campaña agrícola 2009/10 “el agua es el insumo más caro” y recomendó no “desesperarse por sembrar” ya que “la genética ha permitido aguardar implantaciones tardías”. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su último Panorama Agrícola Semanal destacó que se intensificó la tendencia de realizar siembras de maíz en diciembre.
Díaz Zorita, en una reunión organizada por la ONG Fertilizar, aseguró que la “habilidad productiva para aumentar la eficiencia en el uso del agua es también fundamental”. Tanto como conocer “el sitio donde producimos, a través de un análisis acertado”.
En “esta campaña el agua es el insumo más caro”, dijo ya que los perfiles de los suelos están secos luego de tres períodos de sequía.
Por lo tanto recomendó a los productores que no se desesperen por sembrar porque existen en el mercado un “portfolio de cultivares disponibles de maíz y de soja con una ventana de siembra (permitida) más amplia”.
“Es preferible aguardar que se recarguen los perfiles que arrancar con suelo seco”.
También consideró que la “tecnología juega a favor del productor: las respuestas esperables a la fertilización son de 30 por ciento para maíz y 15% para la soja”.
Por último incitó a trabajar con criterios de precisión. En este sentido, la práctica de la inoculación de semillas está ampliamente difundida en cultivos de leguminosas.
La técnica PGPR radica en utilizar una bacteria que es capaz de tomar el nitrógeno atmosférico y ponerlo en disposición de las raíces para ser utilizado por las plantas.
En este caso es una relación simbiótica, donde la planta provee energía a las bacterias que se desarrollan en forma de nódulos y estas proveen nitrógeno en forma de nitratos.
Últimamente se comenzó a desarrollar la tecnología de inoculación en cultivos de gramíneas u oleaginosas sobre la base de bacterias que son capaces de solubilizar el fósforo presente en el suelo y ponerlo en disponibilidad, como así también en nitrógeno presente en la materia orgánica u agregado a través de fertilizantes químicos.
Numerosos ensayos realizados a lo largo de muchos años muestran que la probabilidad de utilización de los fertilizantes químicos agregados sean realmente utilizados por el cultivo es del 50%.
Quiere decir que cada dólar invertido en fertilizantes tiene un 50% de probabilidades de ser convertido en granos.
La utilización de bacterias PGPR muestra un camino en cuanto a mejorar ese índice que los elevan a niveles que pueden rondar entre un 70 al 80%.
Las semillas inoculadas desarrollan mejor las raíces que a su vez buscan el agua para nutrir a la planta.
Vaticinan que El Niño será débil
El Niño, fenómeno climático que puede traer lluvias a las regiones agrícolas, se fortalecía en un grado débil, según reflejan las anomalías del contenido calórico en la subsuperficie oceánica del Oceáno Pacífico Ecuatorial.
El informe del Centro de Predicciones Climáticas (CPC) que reúne en Estados Unidos distintos seguimientos del ENSO (Niño-Niña) espera que El Niño se “fortalezca y permanezca hasta el invierno en el Hemiferio Norte” lo que significa el verano austral.
Las condiciones débiles de El Niño persistieron durante agosto de 2009, a medida que las temperaturas de la superficie del mar se mantuvieron por encima del promedio a través del océano Pacífico ecuatorial, según el informe al que tuvo acceso Noticias Argentinas.
Cuando el agua del Pacífico bajó de temperatura surgió una Niña que por tres períodos consecutivos afectó a la Argentina y causó desastres ambientales y ecológicos que se reflejaron en la actividad agropecuaria.
“Consistente con este calentamiento, los índices recientes de la temperatura de la superficie del mar de la región de El Niño estuvieron entre 0.7 C a 1.0 C lo que significa anomalías del contenido calórico en la subsuperficie oceánica”, indicaron los reportes.
Las anomalías en los vientos del oeste “en niveles bajos continuaron tornándose mejor establecidos sobre partes del océano Pacífico ecuatorial”, sostuvieron.
Estas señales oceánicas y atmosféricas reflejan “una continuación de un débil El Niño”.
La mayoría de los modelos de pronósticos para el fenómeno sugirieron que El Niño alcanzará al menos un fortalecimiento moderado durante el otoño del Hemisferio Norte, que corresponde a la primavera argentina.
No obstante, observaciones y tendencias actuales indican que El Niño alcanzará su punto máximo con fuerza moderada en el verano argentino cuando se define la cosecha de granos gruesos.
El Panorama Climático de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que realiza el experto Eduardo Sierra aseguró que hasta hoy el clima estará signado por frío seguido por temperaturas en ascenso y precipitaciones sobre el ángulo nordeste del área agrícola nacional.
La perspectiva comenzará con vientos del sector sur, que mantendrán la temperatura por debajo de lo normal, con riesgo de heladas sobre el sur del área agrícola nacional.
“Las precipitaciones se concentrarán sobre el ángulo nordeste del área agrícola nacional, siendo escasas sobre el resto”, analizó.
Hacia mediados de la perspectiva, los vientos del sector norte provocarán un moderado ascenso de la temperatura.
Los fenómenos meteorológicos ocurridos alrededor de la fecha de la tradicional tormenta de Santa Rosa pusieron en marcha un mecanismo de cambio que apunta a finalizar la prolongada sequía que afectó las dos campañas agrícolas precedentes.
Sin embargo, para Sierra la transición será a un ambiente con precipitaciones abundantes, que favorecerá el avance de la cosecha gruesa 2009/2010.
Durante las próximas dos perspectivas se espera una pausa en las lluvias que, probablemente, vuelva a retardar el proceso de recarga de humedad en los suelos.
“Por esta causa, es muy recomendable un cuidadoso manejo del agua del suelo, evitando que las malezas consuman la humedad caída en las dos semanas precedentes”, dijo el especialista.
|
|
|