Las 54.000 familias que pasan hambre en Guatemala y los 462 muertos que ha dejado hasta ahora la severa crisis alimentaria que vive el país no fueron suficientes para sensibilizar al Congreso guatemalteco, que rechazó el decreto promulgado días atrás por el presidente Alvaro Colom declarando el estado "calamidad pública" a causa de la sequía, la más larga de las últimas tres décadas y que amenaza con sumir a más de 300.000 familias en la hambruna.
Según cifras oficiales, en lo que va de este año han fallecido unos 25 niños como consecuencia de la desnutrición crónica provocada por el hambre, aunque la Secretaría de Seguridad Alimentaria de la Presidencia ha reconocido que la cantidad de menores muertos por el hambre podría ser "muy superior".
El caso más dramático es el de los menores del "corredor seco", integrado por 7 de los 22 departamentos del país, donde el 1,3% corre el riesgo de morir de hambre Dada la situación de emergencia, el gobierno de Colom aspiraba a sacar por la vía rápida un trámite que le permitiría agilizar el acceso al dinero de la cooperación internacional y su transferencia hacia el presupuesto nacional. El gobierno espera reunir los apoyos necesarios durante esta semana. Colom solicitó a la comunidad internacional más de 100 millones de dólares para hacer frente al hambre y "garantizar la seguridad alimentaria" de los más pobres, señaló el mandatario. "Alimentos hay", dijo el pasado miércoles en un mensaje emitido en cadena nacional. "Lo que ocurre es que la población no cuenta con los recursos económicos para acceder a los mismos". El presidente también anunció que Venezuela, Brasil y México han ofrecido enviar alimentos. Representantes de la ONU están en el país para discutir sobre las ayudas que se pedirán a la comunidad internacional para paliar la crisis.
Colom atribuyó el hambre a "muchos años de inequidad" y a la prolongada sequía que este año ha causado la pérdida de un 36% de las cosechas de maíz y un 58% del frijol, los dos productos básicos de la alimentación popular y convertidos en artículos de lujo en la mesa de los guatemaltecos.
En Guatemala, el 50% de los niños menores de cinco años padece de desnutrición crónica, la cifra más alta de toda América Latina y la cuarta en el mundo, según la UNICEF. La ONU comenzó la distribución masiva de 20 toneladas de galletas nutritivas en las zonas castigadas.
Pero a pesar de la situación, el decreto de Colom llegó rodeado de polémica ya que, según la coordinadora de ONG's que trabajan en el país, la declaración de emergencia es una "mascarada demagógica" del mandatario para acceder de forma rápida y sin control a los fondos donados por la cooperación internacional. Muchos millones de dólares que controla de forma directa su polémica esposa Sandra Torres.
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