Con el respaldo de la ONU, Haití y la República Dominicana han acordado unirse para luchar contra la degradación ambiental debida al alza de los niveles de agua en los lagos de la frontera que comparten.
Además del efecto devastador a la diversidad biológica y la agricultura, el desbordamiento de los lagos ha dañado de manera importante los caminos fronterizos en ambos países.
Por otro lado, las comunidades de la zona, de por sí pobres, sufren el impacto de estas inundaciones al ver afectados sus medios de subsistencia.
Según las previsiones, aunque las fuertes lluvias de los últimos años cesaran, los niveles de los lagos Azuei en Haití, y Herniquillo en la Dominicana seguirán subiendo. Ambos cuerpos de agua están localizados al pie de las montañas.
Para abordar este problema, los dos países cooperan con una estrategia conjunta del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), el Programa para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
El acuerdo tiene el objetivo de impulsar la investigación de las fuentes que surten a los lagos e implementar un plan de reforestación, disminuir la erosión y promover el desarrollo para aumentar los ingresos de las comunidades que viven en esa zona. |
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