La nueva sequía provocada por el fenómeno de El Niño empezó a agobiar a sectores como el agro y la generación eléctrica por cuanto el país carece de la infraestructura necesaria para enfrentar mejor la escasez de agua.
Ese fenómeno climático es cíclico y se le conoce desde los años 80. A pesar de ello, sus efectos negativos pillaron a Costa Rica sin suficientes embalses y canales para irrigación.
La sequía actual ya dejó inútiles más de 1.500 hectáreas de arroz en Guanacaste —por la escasez de lluvia— y pérdidas superiores a los ¢1.200 millones.
Otras 3.500 hectáreas están en alto riesgo de perderse, mientras que en el Pacífico central 6.000 hectáreas de ese cereal tendrán un bajo rendimiento. En total, el 25% de la siembra nacional de este grano está en jaque..
Ante tal panorama, otros agricultores desistieron de sembrar arroz, maíz y frijoles para la próxima cosecha en el Pacífico.
Pero la mayor amenaza se cierne sobre el sector ganadero, según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pues el pasto crece poco y los riachuelos que nutren a las reses están secos.
Como consecuencia, se prevé que en los próximos meses habrá una férrea competencia por el agua para melón, caña de azúcar, sandía, ganado y arroz.
Quienes sí están fuera de peligro son los agricultores beneficiados con los canales de riego del Distrito Arenal-Tempisque, entre Cañas y Bagaces, el cual cubre 27.000 hectáreas dedicadas, en su mayoría, al arroz y a la caña.
Esa irrigación proviene del embalse de Arenal y se usa para el 30% de la producción de arroz.
Desde hace más de dos décadas, el Estado tiene al menos tres proyectos para incrementar el riego y almacenamiento de agua en Guanacaste, lo que incluso podría beneficiar el líquido potable.
Pero ninguna de las iniciativas se ha concretado.
Menos lluvia. Desde junio, el país registra una reducción de lluvias debido al fenómeno de El Niño , que afecta la costa pacífica del continente americano en forma cíclica.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) reportó reducciones hasta del 60% en las lluvias en el Pacífico central con respecto al promedio histórico.
De hecho, el fenómeno afecta principalmente los sectores norte y central de la costa pacífica, así como el Valle Central. El Pacífico sur se ve afectado en menor medida, mientras que en el Caribe, en cambio, llueve más.
El último El Niño ocurrió entre los años 2006 y 2007.
Werner Stolz, jefe de Pronósticos del Instituto Meteorológico, advirtió que las lluvias serán intermitentes por lo que resta del año. Habrá días lluviosos y secos.
“La tendencia es irreversible” y persistirá hasta marzo del 2010, aproximadamente, puntualizó Juan Carlos Fallas, director del IMN, quien afirmó que las cosas no cambiarán de un pronto a otro.
Más diésel. En el campo de la energía, la producción hidroeléctrica cayó hasta un 18% en julio y agosto en comparación con el promedio del primer semestre, lo que obliga al ICE a usar más derivados del petróleo. Esa sustitución resulta mucho más cara y contaminante.
En los últimos tres meses, pese a que estamos en la estación lluviosa, el ICE gastó ¢3.000 millones más en producción térmica que en el mismo período del 2008.
Y es que Costa Rica solamente cuenta con un embalse que permite almacenar agua de un año húmedo: el de Arenal. Este año, el ICE guarda esa reserva para hacer frente a la estación seca del 2010.
Desde hace varias décadas, el Instituto pretende construir el reservorio llamado El Diquís, que tendría mayor potencia eléctrica que Arenal, pero se prevé que estará terminado en el 2016 .
Otros proyectos hidroeléctricos del ICE, como Pacuare, se frenaron por críticas de los ambientalistas.
Los sistemas de agua potable también reportan caídas en sus fuentes y toman previsiones para evitar racionamientos durante el verano entrante.
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