La represa Chihuido I cuenta con más garantías que respaldan su concreción. Es que la Nación incorporó al proyecto multipropósito sobre el tramo medio del río Neuquén dentro del presupuesto 2010 presentado en el Congreso Nacional.
Específicamente, el Gobierno central pone los avales, fianzas o garantías para poder cubrir parcialmente el financiamiento para la represa.
El artículo 56 del proyecto de presupuesto señala que se “instruirá al Órgano Coordinador de los Sistemas de Administración Financiera para el otorgamiento de los avales, fianzas o garantías correspondientes, con determinación de plazos y condiciones de devolución los que serán endosables en forma total o parcial e incluirán un monto equivalente al capital de la deuda garantizada más el monto necesario para asegurar el pago de los intereses correspondientes”.
Para la financiación de obras prioritarias se destinarán 2 mil millones de pesos, más 5 mil millones de dólares o su equivalente en otras monedas.
Los avales no sólo alcanzan a Chihuido, sino también a la Hidroeléctrica Cóndor Cliff y la Barrancosa, Los Blancos, Punta Negra.
El Banco de la Nación Argentina o la entidad financiera elegida para la concreción del financiamiento serán quienes avalen la operación.
El máximo porcentual del monto global autorizado en dólares será del 50 por ciento.
La comisión técnica que evalúa las ofertas económicas para Chihuido I le dio plazo a las empresas hasta el 25 de este mes para que mejoren la calidad de la información con relación al financiamiento del proyecto.
“La única manera de exigirle al Estado su aporte es que de esta parte quede claro como se va a financiar. Por eso le dimos a las firmas este plazo para que puedan dar a conocer qué tasas de interés van a tomar con los bancos con los que van a operar. Esto es lo que necesitamos para definir la preadjudicación”, señaló el coordinador del proyecto, Elías Sapag, días atrás.
Ofertas
Las ofertas económicas se conocieron el 31 de julio y estuvieron en el orden de los 1.200 a los 1.700 millones de dólares.
Las compañías debían presentar al menos un 30 por ciento de financiación propia y la que superó eso fue la UTE conformada por Electroingeniería, Constructora OAS, CPC e Hidrocuyo, con un 66 por ciento.
El resto de las ofertas las hicieron el consorcio conformado por Benito Roggio e Hijos, Corsan Corviam, Esuco y Supercemento, con 1.248 millones de dólares y una financiación propia de 340 millones provenientes de un banco ruso.
También la Industria Metalúrgica Pescarmona (IMPSA), que planteó un costo total de la obra de 1.468 millones de dólares; y tiene un financiamiento propio que asciende a los 559,9 millones de dólares, es decir al 38,14 por ciento del total. Mientras que el consorcio integrado por José Cartellone Construcciones y Constructora Norberto Odebrecht pidió 1.737,9 millones de dólares con una financiación de 720 millones. |
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