Dos grandes proyectos para ampliar la capacidad de riego en la bajura de Guanacaste llevan cerca de 25 años en sala de espera, mientras otro tiene siete años de estar pendiente.
Dichas obras ayudarían a paliar los efectos de sequías como la que el país vive hoy, producto del fenómeno de El Niño, el cual se manifiesta con fuerza desde inicios de los 80 en forma cíclica.
Debido a la falta de lluvias, 1.500 hectáreas de arroz ya se perdieron en la provincia guanacasteca, al tiempo que se prevé una dura época para la ganadería en los próximos meses a causa de la escasez de pasto y de agua.
El el país tiene un sistema de canales de riego que cubre 27.000 hectáreas dedicadas a actividades agropecuarias en los cantones de Bagaces y Cañas, con agua proveniente del embalse de Arenal.
Esa zona está libre de peligro ante la sequía. Sin embargo, quienes están fuera se exponen a los embates del fenómeno climático.
El primer canal de riego, denominado “del sur” (8,5 kilómetros), fue construido en 1983, y desde entonces el Senara diseñó un plan para ampliarlo en 30 kilómetros a fin de irrigar otras 8.500 hectáreas en Cañas y Abangares.
Sin embargo, a la fecha ese proyecto no se ha concretado.
A principios de los 80, también se diseñó la construcción de un embalse en Bagaces para almacenar el agua que hoy se pierde entre diciembre y mayo.
En ese período, el ICE incrementa la producción eléctrica en Arenal y envía unos 80 metros cúbicos de agua por segundo a los canales de riego, pero estos solo pueden distribuir 45 metros por segundo a las parcelas. La diferencia se pierde en el mar.
Entonces, la idea es almacenar el sobrante en un embalse cercano al río Piedras (en el suroeste de Bagaces) para aprovecharla cuando el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) envíe menos agua.
El reservorio sería mayor que el embalse de Cachí, ubicado en Paraíso (88 millones de metros cúbicos de agua frente a 50 millones).
El Distrito de Riego Arenal Tempisque (DRAT), como se denomina al sistema de canales de riego, fue construido por etapas.
Luego de la culminación de la primera parte del canal del sur, en 1990 se construyó el canal del oeste y en el 2003 este se amplió de nuevo para superar los 40 kilómetros.
Obras en proceso. Bernal Soto, gerente del Sistema Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), aseguró que cuando asumió la institución, en el 2006, el proyecto para ampliar el canal del sur había superado seis años de negociaciones crediticias, pero aún faltaba una aprobación legislativa de respaldo.
Los diputados ya otorgaron ese aval y la obra se empezaría en abril del próximo año, con un costo de $15 millones.
En cuanto al embalse Río Piedras, Soto aseguró que solo encontró un estudio de prefactibilidad elaborado en el 2004, con ayuda de Acueductos y Alcantarillados (AyA), pues la obra además podría contribuir con el agua potable en la costa guanacasteca.
“Me dijeron que simplemente hasta ahí habían llegado y que no se contaba con $400.000 para hacer el estudio de factibilidad y el diseño”, dijo Soto.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) prestó el dinero y el estudio está en proceso.
La obra podría costar unos $25 millones y, como valor agregado, podría incluir una turbina de hasta 15 megavatios para producir electricidad.
Hace siete años, el Senara desarrolló un tercer proyecto para tomar cinco metros cúbicos por segundo del río Corobicí, a fin de incrementar la disponibilidad de agua para siembra de arroz.
Según Soto, el Senara elabora los estudios para impulsar la obra.
Consultado sobre los proyectos pendientes, José Miguel Carrillo, gerente del Senara en el Gobierno de José María Figueres (1994-98), sostuvo que en su época se impulsó el canal del oeste.
Alberto Dent, ministro de Agricultura en la administración Rodríguez Echeverría (98-2002), dijo que en su período se terminó de ampliar el canal del oeste.
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