El informe revela que el pantano del Guadiloba se encuentra por debajo del 40 por ciento de su capacidad y el trasvase desde el Almonte está 2 metros por encima de las bombas, lo que ha producido que el agua de la toma se haya visto mermada a partir de la segunda quincena de agosto por las altas temperaturas y el bajo nivel de agua del pantano y del Almonte.
El tratamiento con ozono ha sido insuficiente para eliminar los olores por lo que se ha recurrido a complementar con cloro en la cabecera de la instalación, ajustándolo de manera que no afecte a los niveles de trihalometanos.
Además se han puesto en marcha complementos de tratamiento como el carbón activo en planta y permanganato potásico en el bombeo de la presa.
Estos métodos, junto a la bajada de temperaturas propician como resultado "una mejora paulatina, aunque lenta, en la calidad del agua", ha apuntado el edil.
Por ello, dice el informe que es de esperar que los sabores y olores de la red vayan disminuyendo progresivamente y que en cualquier caso, la calidad del agua potable está dentro de los parámetros y valores fijados sobre calidad del agua de consumo humano.
El informe también recomienda, para mejorar sustancialmente la calidad actual, la ejecución de la segunda fase del Proyecto de Mejora de la Calidad de Agua en la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Cáceres, que tiene un presupuesto de ejecución de 3,5 millones de euros.
Elconcejal ha incidido una vez más en la necesidad del consumo responsable de la ciudadanía, "pues estamos en niveles de consumo de hace unos 6 años, aunque se han incrementado el número de habitantes y las urbanizaciones en Cáceres", ha concluido. |
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