Sin compromisos concretos de China y EE.UU., se celebró ayer en Nueva York la cumbre de ONU sobre calentamiento global. De cara a Copenhague, los líderes mundiales proclamaron la necesidad urgente de actuar contra el calentamiento.
Un récord de más de 100 países participaron en la reunión extraordinaria, que se celebró en la víspera de la Asamblea General de ONU. Los países ricos y los emergentes intentaron llegar a un acuerdo sobre el crucial asunto del financiamiento de la reducción de las emisiones de CO2, ya que los segundos estiman que sin ayuda financiera no pueden actuar.
El objetivo era lograr avances suficientes de cara a la cumbre de Copenhague prevista en diciembre, donde se buscará alcanzar un acuerdo que debería entrar en vigor cuando expire la primera fase del Protocolo de Kioto en enero de 2013. Este buscaría detener de manera coercitiva el exceso de emisiones de gases invernadero.
Sin embargo, la cita de Nueva York decepcionó a la mayoría. Ni el presidente chino Hu Jintao ni su homólogo Barack Obama, que debutaron ambos en el foro mundial, hicieron propuestas capaces de desbloquear las negociaciones.
EE.UU. y China, cada uno culpable del 20% de los gases, tienen la última palabra para el éxito de Copenhague. Obama y Hu aceptaron ayer esa responsabilidad en sus intervenciones públicas y se reunieron después cara a cara para abordar ese asunto, entre otros. Ambos volverán a encontrarse en noviembre en Beijing, la última etapa de una negociación que decidirá la suerte de Copenhague.
Hu prometió que China reducirá el CO2 de manera "considerable" de aquí a 2020, pero sin dar cifras. Obama pidió a los países en vías de desarrollo tomar medidas para reducir sus emisiones, aunque admitió que se trata de medidas difíciles de adoptar tras la crisis financiera. Sobre la responsabilidad estadounidense el líder norteamericano sostuvo: "Comprendemos la gravedad de la amenaza y estamos determinados a actuar".
Bajo el gobierno de Obama, la Cámara de Representantes de EE.UU. adoptó por primera vez un proyecto de ley destinado a reducir las emisiones de gases, pero el texto quedó bloqueado en el Senado.
El primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, fue uno de los pocos en hacer promesas concretas. Dijo que la segunda economía mundial reducirá un 25% sus emisiones para 2020, con relación al nivel de 1990.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que: "Un fracaso en Copenhague será moralmente inexcusable, económicamente miope y políticamente irresponsable". El tema del clima se retomará mañana en la cumbre del G20.
Sarkozy exigente
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, exigió ayer durante la cumbre del clima en la ONU que los países más contaminantes se reúnan en otra instancia "a mediados de noviembre". "El tiempo está contado: nos quedan 87 días" antes de Copenhague y "frente a la complejidad de la negociación, es necesaria una nueva cumbre", señaló.
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