El gobernador Juan Schiaretti suscribió el decreto que hace lugar al pedido del Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) para autorizar un aumento de 11,23 por ciento en el servicio domiciliario de agua en esta Capital, incremento que sería retroactivo a los consumos de agosto.
El ajuste quedará en vigencia a partir de su publicación en el Boletín Oficial –lo que podría ocurrir hoy o mañana–, y termina con un prolongado período de indefiniciones, ya que la actualización atiende los mayores costos que adujo la concesionaria Aguas Cordobesas para la prestación del servicio en el segundo semestre del año pasado.
La suba es de 11,23 por ciento para los clientes residenciales y de 19,31 por ciento para los no residenciales, es decir, el comercio, los servicios y la industria. Afectará a unas 420 mil casas de familia.
Este nuevo aumento, que pasó por el mecanismo de audiencia pública el 10 de agosto pasado, fue rechazado por los directores de la oposición en el Ersep, correspondientes a la Unión Cívica Radical y al Frente Cívico y Social. También la Defensoría del Pueblo de la Provincia recordó que la tarifa ya se ajustó 52,2 por ciento en 18 meses.
Aguas enfatizó que el desfasaje entre el gasto y los ingresos devino de los mayores costos operativos de aquel semestre, sobre todo en las partidas vinculadas con los salarios del personal y los insumos. Dos datos referencian esto: los gastos administrativos pasaron de 15,8 millones de pesos a 24,3 millones en los últimos dos años. Los gastos de comercialización pasaron de 14,2 a 21,5 millones en el mismo período.
Para el Gobierno la clave de la prestación pasa por no desfinanciar la concesión que ya tuvo las tarifas congeladas entre 2001 y fines de 2006.
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